A José Elías, jardinero sin fronteras

Pasa el tiempo y cada día tenemos más presente en la memoria a Pepe Elías.

Unas veces paseando por el Olivar El Zaudín, resto del paisaje aljarafeño secularmente asociado al olivar. Un paisaje agrario vivo y funcional que exige protección contra agresiones, provocadas por las grandes infraestructuras, equipamientos y la presión urbanizadora. Nos recordaba que el olivo representa una importante alternativa para desarrollo local y protección del paisaje. Y que El Olivar El Zaudín era un ecosistema de olivar adehesado de gran valor ecológico, sorprendiéndole la existencia de especies que se utilizan en el arte de la jardinería y que sobreviven en las extremas condiciones de vida de un olivar, con mucha profusión de vincas -Vinca major- o de acantos -Acanthus mollis- que la naturaleza ha reproducido en el olivar, así como las praderas de palodú o regaliz -Glycyrrhiza glabra- que mantienen el verdor del parque en los más calurosos días de verano.

Desde el principio nuestros trabajos respetan las condiciones medioambientales del espacio. En este caso, como principal plantación el olivo -Olea europea variedad Picual- Olivos para complementar los existentes. Los encuentros de los paseos mejorados para adecuar el olivar al uso público se señalan con grupos de cipreses -Cupressus sempervirens var. Stricta-; la verticalidad de los cipreses y su contraste de color verde oscuro con el grisáceo de los olivos orientan al caminante; combinación propia del paisaje mediterráneo y romano Y propuso para las glorietas vegetales que proyectamos el almez -Celtis australis-, nativo de la cuenca mediterránea y Europa central, con gran aclimatación en Andalucía.

Con gran visión y acierto decía: “no se trata de hacer un parque a la antigua usanza con la incorporación de especies ornamentales, sino trabajar a favor de la naturaleza, conservando su biodiversidad”. Esta obra recibió el Premio Andalucía de Urbanismo 2017, en su categoría de Mención Especial a la Actuación Ejecutada por “ aunar el desarrollo urbanístico y el respeto por la cultura del olivar”.

En una ocasión anterior, de visita a la obra de restauración de los Jardines de Cristina, obra también orientada a reavivar el acto poético fundacional en Sevilla de La Generación del 27, señalaba que la actuación básica era la del saneamiento de los árboles, verdaderos protagonistas del jardín, perdurando algunos desde el inicio de los jardines, como el conocido Plátano “El Abuelo”. Afirmaba que los árboles, cuyos beneficios son indudables, nacen, crecen y mueren; y como seres vivos también padecen problemas de salud, requiriendo atención inmediata. Y Consultar con el ”médico de árboles”, un experto botánico: manera maravillosa de iniciar su cuidado preventivo.

Cuando un árbol supera su espacio, los jardineros debemos decidir reducirlo en tamaño, lo que generalmente se logra de distintas formas: Recorte completo, diferentes modos de poda,… Lo veía atento con sus cinco sentidos vigilar el recorte que se practicaba a las casuarinas equisetifolias, dirigiendo el recorte de cada rama para no deformar su figura y no hacerlo enfermar, como si la operación se la estuvieran practicando a un ser querido.

Un enclave estratégico del jardín ha sido la Glorieta dedicada al poeta Miguel Hernández que se ha conformado alrededor de la Lagunaria patersonii.-Lagunaria, colocando un banco circular en el claro de los parterres que ya existían, sembrando en su interior una plantación de Agapanthus africanus, Agapanto azul y blanco y Hemerocallys bicolor SG.-Hemerocallis persistente de larga floración y coincidente en fechas.

Y otro lugar significativo creado es la gran pérgola que como larga ”Stoa”, o pórtico, ordena y sombrea la Avenida de Cristina, recuperando parte del territorio del antiguo jardín perdido. En la plantación de la pérgola las plantas protagonistas son las Wisteria sinensis.-Glicina y las Russelia equisetiformis.-Coralitos que le dan una uniformidad. E incorporó, Cestrum nocturnum.-Dama de noche y Jasminum grandiflorum.-Jazmin cuya finalidad es aromatizar de forma permanente la pérgola.

Necesitaría tanto espacio para decir tantas vivencias y enseñanzas con Pepe; en El Paseo del Muelle de Nueva York, o en exposición coloquio organizada por la Mesa de Tablada (Estrategias para rehabilitación territorial de la Dehesa de Tablada), en la que nos planteó que la intervención más pertinente sería “renaturalizar” el territorio. Un nuevo enfoque en la conservación forestal. Pero no puedo dejar de referir un trabajo inédito en el que desarrollamos los nuevos diez parques fluviales de Sevilla en las riberas de los cauces histórico y fluyente del Guadalquivir, de los arroyos del Tamarguillo y Miraflores, y del cauce vivo y canalizado del Guadaíra, realizados por convenio entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en el que él expone la dimensión forestal de estos parques. Estudio que viene a constatar cómo contribuyen a urbanizar Sevilla y, al sumarse a la red de espacios públicos verde existente, crear una ciudad-jardín más plena, saludable y humanizada.

En la evaluación de las obras de Emasesa del Depósito de Retención de Aguas Pluviales en Kansas City y el “Parque Jardín Las Huertas”, sobre su cubierta observó que el empleo simultáneo de plantas ecológicas y ornamentales demanda distintas zonas de riego o hidrozonas. Y la necesidad de riegos diferenciados dificulta el mantenimiento funcional del jardín.

El futuro de los pueblos y ciudades está por decidir, hay que preparar profesionales para afrontar el cambio climático, que ya está aquí. Con su elevado conocimiento, generosidad y sosegada pasión por la arboricultura siempre estuvo atento a nuevos planteamientos, nuevos ahorros de agua y energía, nuevas plantaciones de arbolado urbano con especies resistentes a los nuevos condicionantes, a sus captaciones de CO2, nuevas innovaciones y adaptaciones informáticas… Por su extraordinaria labor como Jardinero Mayor de Sevilla, el continuado seguimiento desinteresado ofrecido tras su jubilación de la situación del patrimonio verde de Sevilla, sus publicaciones, Plantas y Jardines de Sevilla, El Jardín en la Ciudad, entre otras, se le debería conceder la ya reclamada distinción honorífica de la Medalla de la Ciudad e inclusive la de Hijo Predilecto a título póstumo.

En ocasión de la distinción recientemente concedida por la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza, otorgándole el Premio IBN LUYUN, reivindicó “la necesidad de escuelas de formación en materia de ciencias ambientales dirigidas a todos los niveles de la sociedad sigue siendo una asignatura pendiente de nuestra clase política”, no encontrando, Pepe Elías “jardinero sin Fronteras”, explicación al cierre de la Escuela de Jardinería y Centro de Estudios Medioambientales Joaquín Romero Murube.