Un gran profesor de Matemáticas
Muere José Sánchez Márquez, histórico docente del colegio Tabladilla
Cuando la mayoría de nosotros estábamos despertándonos, después de haber celebrado el comienzo del año nuevo, inició su viaje hacia el cielo José Sánchez Márquez, profesor que fue del colegio Tabladilla.
No ha querido conocer este nuevo año. Ya había vivido suficiente. Y lo había hecho con categoría, como era él: un señor de la cabeza a los pies.
Pepe entró en Tabladilla pocos años después de su fundación. Venía, ya con prestigio de buen profesor, de una conocida academia de Sevilla. No sé si desde su contratación o poco después de la misma, fue nombrado miembro del comité directivo, ejerciendo su labor con verdadera ilusión y entusiasmo durante más de veinte años. Aquello fue desde los años setenta a los noventa del pasado siglo. Dicho cargo de gobierno lo compaginaba con su labor como profesor de Matemáticas. No he conocido a ningún otro que explicara con su claridad y limpieza. Daba gusto ver la pizarra después de haber resuelto cualquier problema algebraico. Yo, cuando entraba a dar clase a continuación de él, me daba pena borrar el encerado: ¡estaba tan bien escrito todo!
Un día entré en su clase. Era en el antiguo octavo de EGB. Le pedí que, si no le importaba, me dejara sentarme en uno de los pupitres. Accedió. Fue una clase magistral. ¡Lo que aprendí! El silencio en el aula, la atención de los alumnos, la didáctica de sus explicaciones, la motivación que producía... Era todo un maestro con todas las letras.
Su nombre estará inscrito con mayúsculas en la memoria del Colegio Tabladilla. Como lo está en las mentes de tantas generaciones que han tenido el privilegio de haberlo tenido como profesor. Su gallardía, su talante y su señorío fueron reconocidos por todos los padres, profesores y alumnos que pasamos por su vida. Para todos nosotros José Sánchez seguirá viviendo en nuestros recuerdos. Seguro que Dios lo tendrá en su Gloria. Un abrazo fuerte, Pepe.