Turismo, síntomas y números a tener en cuenta

Editorial

31 de agosto 2024 - 03:07

La voz de alarma la daba la semana pasada la patronal hotelera malagueña. “Estamos preocupados”, admitía el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, Javier Hernández, tras conocerse que Málaga había perdido 50.000 turistas españoles sólo en el mes de julio. En Andalucía, el descenso en el número de viajeros alojados ha sido del 5,2%, hasta los 2.004.872, por la bajada también del mercado nacional. Más allá de si los datos vuelven a repetirse en los próximos ejercicios, se trata de una llamada de atención que merece ser tenida en cuenta. Y mucho. Nadie cuestiona la importancia económica y social de un sector que supone ya el 13% del PIB regional y cuya facturación no deja de crecer año tras año. Y precisamente por eso, este primer aviso, en plena temporada alta, no debe pasar inadvertido y merece ser estudiado a fondo para descifrar sus causas. Una de ellas, apuntada por la propia patronal hotelera, es la bajada del poder adquisitivo del mercado nacional, que se traduce, inevitablemente, en un descenso de las pernoctaciones a la espera de las reservas de última hora que sean más ventajosas para el bolsillo. La propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advertía en julio de que España se encontraba entre aquellos miembros donde los salarios “habían disminuido más desde el inicio de la pandemia”. Andalucía descartó, al menos por el momento, la implantación de una tasa turística porque ni el Gobierno andaluz cree en ella, ni la Federación de Municipios lo tiene claro, ni, sobre todo, los empresarios del sector están dispuestos a aceptar una medida que sería en parte impopular y que supondría un incremento de precios que podría retraer al visitante. Hay demasiado en juego en una industria clave para Andalucía y muy sensible a mensajes negativos que pueden perjudicar a un destino tan potente como éste. Y las señales de alarma, sin caer en mensajes catastrofistas alejados de la realidad, deben tenerse en cuenta.

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