Trump y las incertidumbres

Editorial

20 de enero 2025 - 03:06

Cualquier relevo en la Presidencia de los Estados Unidos abre un periodo de incertidumbre en la escena mundial. Pero el que hoy se va a producir en Washington tiene todos los ingredientes de un revulsivo con una enorme capacidad desestabilizadora. Donald Trump ya demostró en su anterior mandato que es un político imprevisible que se mueve por impulsos y que no tiene más guías que el populismo más primario y sus propios intereses. En su vuelta a la Casa Blanca todas estas características parecen aumentadas. Lo demuestra el equipo de gobierno que ha seleccionado, de perfiles más radicales aún que los de 2016, o el papel preeminente que le ha dado al estrafalario magnate Elon Musk, la primera fortuna del mundo, que se ha convertido en un activista político de posturas siempre extremistas. Trump llega en un momento especialmente complicado, con el liderazgo de Estados Unidos como primera potencia en declive, con conflictos de consecuencias imprevisibles abiertos en Europa oriental y Oriente Próximo y con China dispuesta a jugar todas sus cartas para afirmar su papel de potencia económica e ideológica. La democracia como sistema político que garantiza la libertad y el ejercicio de los derechos humanos no pasa por su mejor momento y está en crisis en casi todo el mundo. Desde final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se había encargado, con más o menos efectividad según los tiempos y los lugares, de liderar un orden mundial que respetara esos principios. Con Trump ese modelo ya no vale. Se entra en una etapa desconocida llena de peligros. Los primeros meses de su mandato darán una idea clara de hasta qué punto va a cambiar la política exterior de la Casa Blanca y qué repercusiones va a conllevar. Nadie duda de que el retornado presidente tiene toda la legitimidad democrática que le han dado con sus votos los ciudadanos de Estados Unidos. Pero los recelos con los que lo mira el mundo están más que justificados.

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