Cataluña: un cambalache indigno

El Editorial

Pedro Sánchez ha ido más lejos que con la amnistía porque en esta ocasión juega con el bienestar y la calidad de vida del conjunto de los españoles

Juanma Moreno "El acuerdo de Cataluña es un ataque frontal a los intereses de Andalucía"

30 de julio 2024 - 15:02

Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer: como pasó con la amnistía, cede ante el chantaje de los separatistas y, para asegurar el apoyo de Esquerra Republicana a la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, concede a Cataluña un régimen fiscal y financiero como el que tienen el País Vasco y Navarra. El presidente del Gobierno se salta sus propias declaraciones de que nunca traspasaría esta nueva línea roja y deja en evidencia a su ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que había reiterado que el modelo de concierto económico era un imposible. Cataluña se sale del régimen fiscal común, recaudará el 100% de los impuestos y liquidará una cantidad al Estado. Es decir, plena soberanía fiscal y financiera y ruptura del modelo de solidaridad entre territorios que consagra la Constitución y que sustenta al Estado de las autonomías.

En esta ocasión, Pedro Sánchez va todavía más lejos que con la amnistía. Ahora no duda en ofrecer como prenda para satisfacer sus propios intereses políticos el bienestar y el nivel de vida del conjunto de los españoles. Cataluña, a diferencia de lo que representan el País Vasco y Navarra, es la segunda economía de España, por lo que el agujero que se le hace a la posibilidad del financiar los servicios esenciales en el resto de España es enorme. Esta situación apela directamente al resto de las autonomías y de forma muy especial a Andalucía, que está a la cola de los indicadores económicos y sociales. La región sale perdiendo con este cambalache indigno de un sistema democrático que ha realizado el presidente del Gobierno. Andalucía tiene el desafío de ofrecer una respuesta contundente y que su voz se escuche con claridad en el Palacio de la Moncloa. Esta obligación no atañe sólo a la Junta. Apela también al resto de la sociedad y de forma muy especial al PSOE andaluz, que no puede ignorar que lo que está en juego son los intereses del conjunto de la región, incluidos, por supuesto, los de sus propios votantes.  

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