Un aviso desde Francia

Editorial

03 de julio 2024 - 03:08

El pasado 9 de junio el presidente francés, Emmanuel Macron, sufrió una severa derrota en las elecciones europeas a manos del partido de extrema derecha que lidera Marine Le Pen. La reacción de Macron fue fulminante: esa misma noche anunció el adelanto electoral en un intento de agitar el miedo ante la amenaza ultra y concentrar el voto moderado. A la vista de los resultados del pasado domingo, la maniobra no ha podido cosechar un mayor fracaso. Con independencia de lo que pase en la segunda vuelta del día 7, un partido de derecha radical ha ganado por primera vez con amplitud unas elecciones en un país del núcleo duro de la UE, uno de los principales impulsores de la idea de una Europa unida bajo los ideales de la democracia y de los derechos humanos. Si se cumplen los pronósticos, a partir de la próxima semana un partido que se sitúa fuera del sistema dominaría el Gobierno y la Asamblea Nacional de la segunda economía del euro, el único Estado de la Unión con armamento nuclear propio y una de las potencias con voz determinante en el exclusivo club del G-7. Francia marcharía con paso firme para convertir a Le Pen en la primera presidenta de la República. Los resultados de la primera vuelta electoral interpelan a toda Europa y constituyen un aviso para todo el continente. Lo ocurrido pone en cuestión la solidez de la democracia como patrón fundamental de las sociedades desarrolladas y refleja un profundo hartazgo social ante el que las ideologías que han sustentado el Estado de bienestar no han sabido dar respuesta. Con la extrema derecha convertida en el partido que triunfa en Francia, con Giorgia Meloni firmemente asentada en Italia y con Alternativa por Alemania ganando espacio en cada elección a la que se presenta, el paisaje político en Europa está experimentado una convulsión sin precedentes. Las causas se pueden rastrear con facilidad. Las consecuencias son imprevisibles.

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