Editorial
La victoria de Trump vista desde Andalucía
Editorial
La intensa lucha desatada en el seno de la derecha tras las elecciones generales del pasado domingo ya ha comenzado a amenazar la estabilidad del Gobierno andaluz. A nadie se le escapaba que un Ejecutivo formado por dos partidos (y apoyado parlamentariamente por un tercero) que compiten por el mismo espacio electoral estaría sometido, tarde o temprano, a turbulencias que podrían amenazar su tranquilidad. Ese escenario ya está aquí. El repentino (pero necesario) giro del PP de Pablo Casado al centro (después de haber realizado una campaña electoral en la que se han remarcado sus señas de identidad más derechistas) ya ha provocado un encontronazo con Vox, que critica abiertamente el bajo nivel de cumplimiento del acuerdo de 37 puntos que firmó con el PP, pero que compromete a todo el Gobierno bipartito, y se queja de las "ofensas" del presidente popular, quien ahora califica a la formación de Santiago Abascal como partido de "extrema derecha". El portavoz de Vox en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández, se encargó ayer de escenificar el malestar de su formación y de dejar claro que la estabilidad del Gobierno puede estar en juego si continúan el ninguneo y los descalificativos.
Ya es hora de que todos los partidos con representación en el Parlamento andaluz, independientemente de su orientación ideológica, empiecen a hacer política mirando por los intereses de los ciudadanos y no a sus estrategias electorales. Sin embargo, esto difícilmente se conseguirá antes de que pasen las elecciones locales y europeas (y en algunos casos autonómicas) del próximo día 26. Más con el actual clima de enfrentamiento entre los partidos que sustentan el Gobierno presidido por Juanma Moreno. Aun así, los políticos deben ser conscientes de sus altas responsabilidades, la primera de las cuales es dotar a Andalucía de unos presupuestos para que se empiece a materializar el prometido cambio. A falta de menos de un mes para que el consejero de Hacienda, Juan Bravo, presente el proyecto de las cuentas, todavía no tiene los apoyos parlamentarios suficientes para sacarlos adelante.
En su día dijimos que, con los resultados de las elecciones autonómicas andaluzas en la mano, la ciudadanía no comprendería que PP, Ciudadanos y Vox no propiciasen un cambio en la Junta tras casi cuarenta años de gobiernos socialistas. Ahora habrá que recordar que los andaluces tampoco verían con buenos ojos que los cálculos electorales de unos y otros pusiesen en peligro a un Gobierno que apenas ha empezado a caminar.
También te puede interesar
Editorial
La victoria de Trump vista desde Andalucía
Editorial
Trump: una victoria contundente y preocupante
Editorial
Un fiscal general sin móvil
Editorial
Occidente se la juega
Lo último
Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)