Editorial
Compromiso y lealtad institucional
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Durante el pasado fin de semana, los ciudadanos hemos visto con una mezcla de incredulidad y rechazo las imágenes de numerosas personas celebrando en distintas ciudades españolas el fin del estado de alarma. Es perfectamente comprensible que, después de más de un año con los derechos fundamentales cercenados, todos sintamos alivio y alegría por su recuperación, pero también es completamente inadmisible que estos sentimientos se manifiesten de una manera que pongan en peligro la salud y la vida de las personas. Todos debemos ser muy conscientes de que, aunque en los últimos días han mejorado los datos de infectados por el coronavirus, la pandemia es aún una realidad que ni mucho menos está superada, y que en cualquier momento se puede producir una nueva oleada. De hecho, con actitudes como las vistas en las calles -que para bochorno de España se han retransmitido en las televisiones de todo el mundo- se están sentando las bases para que esto ocurra. La responsabilidad de lo ocurrido corresponde, principalmente, a los que se comportaron de una manera tan infantil como antisocial, pero eso no quita que hagamos una reflexión sobre lo muchos errores de las administraciones en la gestión de la pandemia. El principal responsable de la anarquía con la que se ha cerrado el largo periodo de estado de alarma no es otro que el Gobierno central y sus socios parlamentarios, que no han dotado a las comunidades autónomas de las herramientas legales suficientes para combatir al virus una vez que el periodo de excepcionalidad finalizase. Esto no significa un aplauso a la Junta de Andalucía, que en no pocas ocasiones se ha puesto de perfil cuando tenía que dar un paso hacia adelante en la gestión de la crisis sanitaria. Los ayuntamientos, por su parte, también tienen su cuota de responsabilidad. ¿Por qué no impidieron las policías locales el descontrol en las zonas de ocio de sus ciudades? Ahora, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, afirma que baraja volver al toque de queda, pero los especialistas dicen que ya es inevitable un repunte de la pandemia en quince días. La falta de criterio está siendo uno de los peores escollos en esta crisis. Urge que se tomen medidas antes del próximo fin de semana.
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