¿Salud responde?

El fin de semana estuve en La Antilla. La madrugada del sábado al domingo me sentí indispuesto por una afección de nariz y garganta que me impedía respirar. Teniendo cerca el centro de salud, me dirigí allí muy temprano pensando que me podrían atender. Al encontrarse cerrado, vi varios carteles en la puerta del centro anunciando el “servicio” Salud Responde.

Llamé al teléfono que indican y después de tener que responder a varios contestadores robot (Si está enfermo, marque 1; si está más enfermo, marque 2; y si le queda poco, siéntese y espere...) por fin se puso una señorita a la que le pregunté por el Servicio de Urgencia más próximo. Y con actitud prepotente y desagradable, y ante mi incredulidad, me respondió que ese “servicio” no dispone de esa información. O sea, el servicio Salud Responde NO RESPONDE.

Al fin, después de un largo tiempo de espera y ante mi insistencia, me facilitó un teléfono para que “ lo apunte o lo memorice”, por si allí supieran algo, como si la pregunta y la respuesta fuese de una extrema dificultad. Aunque tengo 70 años, creo dominar básicamente lo relacionado con la telefonía, pero me pongo en el lugar de otras personas que no dispongan de esos conocimientos o su estado sea de mayor gravedad y se encuentren desasistidas ante este panorama.

Desde aquí expreso mi indignación ante lo ocurrido y considero verdaderamente lamentable (sobre todo por otras personas en igual situación) que al disponer de un servicio como éste, no sirva para la función que su nombre indica: Salud SÍ responde, con respuesta eficaz y directa.