Cómo Vodafone engaña a incautos
Béticos, despertad
Sevilla/Me considero bético de pies a cabeza y observando el acontecer de nuestro Real Betis Balompié, y lo poco que sé de la junta de accionistas celebrada el día 16 de diciembre, con la mayor asistencia de accionistas de todas las celebradas, me quedo perplejo por la poca oposición presentada por el resto, al no plantear una oposición constructiva, haciendo hincapié en los puntos débiles de los actuales gestores, para mejorar sobre todo en el aspecto deportivo. Creo que es la base de nuestro crecimiento, y por eso es vital que nos centremos en consolidar a nuestro equipo en puestos europeos un año sí y otro también. Se aprobó algún punto que sin duda dará que hablar, como autorizar a la junta a vender bienes tangibles cuando la ocasión lo requiera. Y ojo con esto. Hubo mención también a la subida en el gasto de intereses respecto al año anterior, los pagos diferidos de futbolistas, las obras del estadio, etcétera.
Empecemos Por traer a un buen director deportivo, con ambición y prestigio en el mercado, y dejemos los egos aparcados. Nadie es imprescindible, pero espero que no cometan el mismo error cometido con don Lorenzo Serra, por cierto accionista, magnífico entrenador y mejor director deportivo, que nos reportó éxitos deportivos que hasta ahora nadie ha conseguido. Valoren y respeten más a los socios y aficionados, aunque no sean accionistas; sin ellos no existiríamos a nivel deportivo. Si alguna vez muestran su disconformidad, será porque algo se está haciendo mal.
No suban la megafonía para acallar las voces, sean más humildes y aprendan la lección. Dejen aparcadas las obras faraónicas y céntrense por el bien del Real Betis en consolidar al equipo de manera permanente en Europa. Superada esta fase, sigan con la terminación del estadio, la ciudad deportiva y haciendo más fuerte la marca Betis. La afición cumple sobradamente con asistir cada dos semanas al campo, haga frío, calor o lluvia; denle su sitio, escúchenla. Denle más apoyo a Rubi, que ha heredado una plantilla amanerada por el juego a la mentira del anterior entrenador, que poco a poco va corrigiendo. Sabemos que esto es un negocio, pero no debemos perder nuestra vena sentimental de beticismo.
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