Monticello
Víctor J. Vázquez
El auxilio de los fantasmas
Apelar al voto útil es una constante en cada campaña electoral. Se trata de convencer a quien ejerce el sufragio de que su decisión no caiga en saco roto y, antes al contrario, sirva para lograr su objetivo último, aunque para ello haya que cambiar de papeleta in extremis, casi de camino a la urna el mismo domingo de las elecciones.
Así que los comicios al Parlamento de Andalucía del próximo 19 de junio no serán excepción y habrá seguro apelaciones al voto útil, con el argumento principal de parar a la ultraderecha encarnada por Vox, desde la izquierda y, en concreto, desde el PSOE. ¿Pero cuál es el verdadero voto útil para impedir que Vox forme parte del Gobierno de la comunidad autónoma?
Si en algo coinciden todos los sondeos es en que la izquierda ni suma ni está cerca de conformar una alternativa al PP.
Al PSOE se le atribuye, siempre según las previsiones demoscópicas, un respaldo muy similar al que obtuvo Susana Díaz en 2018 y que, aunque fue la candidatura más votada, le supuso perder la Presidencia de la Junta que siempre ostentó un socialista desde la Preautonomía. Repetir un resultado de 33 escaños, o cercano a éste, supone ahora perder y que el cambio de liderazgo en el socialismo andaluz no tiene efecto movilizador. Y parece que es lógico cuando hasta a Juan Espadas se le ve incómodo en su nuevo rol de secretario general y candidato a la Junta. Y eso se traslada a toda la organización. Ni motiva ni contribuye a ello hacer una limpieza en las listas que desactiva a cargos institucionales que han hecho esa tarea de mover a las bases durante años. Conforme se acerque la fecha electoral y los sondeos den la foto fija real de qué se votará se verá si se mantiene esa tendencia de estancamiento o vira hacia el retroceso o al crecimiento.
Más a la izquierda del PSOE ni siquiera han cerrado -hoy expira el plazo para registrar coaliciones- la alianza del Partido Comunista vestido de IU con Podemos y la versión andaluza de Más País. Una situación que resta capacidad a esa opción porque no tiene ni candidato, condición por la que pugnan Inmaculada Nieto y Juan Antonio Delgado. Si concurren separados, aún peor.
Muchos votantes progresistas preocupados porque Vox también fuerce en Andalucía su inclusión en el Gobierno de la Junta comentan en privado que el mal menor sería que el PP gobernase en solitario, y que prefieren esa opción monocolor llegado el caso. Y es ahí donde radica la cuestión de si este 19 de junio la verdadera apelación al voto útil, y no sólo entre los moderados que por supuesto, no pasa por afianzar la reelección del presidente Juanma Moreno, que no asusta al votante progresista tras una legislatura gobernando la Autonomía.
¿Tomará nota el PP y pedirá el voto útil?
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