La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lluvia en Sevilla merece la fundación de una academia seria
Puede el de hoy ser un día funesto para el toreo, uno más de los muchos que están apareciendo en este tiempo de pandemia y crujir de dientes que se nos ha venido encima. Los lodos del pasado jueves en El Puerto serán determinantes para los polvos que hoy pueden soterrar el toreo por quién sabe cuánto tiempo. El otro día se lo pusieron botando a los que quieren abolir el segundo espectáculo del país, ya que las fotos de los tendidos portuenses no dejaban lugar a la duda sobre el incumplimiento de las normas. No sé cómo se gestó la cosa, pero las imágenes eran concluyentes y la sensación de que había más gente de la cuenta era concluyente. Y hoy, que es 13 por si fuera poco, va a reunirse un sanedrín deseoso de que la Ley se cumpla, conque adiós a una tarde de toros en El Puerto, vamos a ver cuántos serán los daños colaterales y cuánto proyecto se frustrará.
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