¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Maneras de vivir la Navidad
Atodos los altos cargos les ha dado por viajar a China. Allí quieren hacer negocios Pedro Sánchez, Juanma Moreno y José Luis Sanz. Todos con la intención de dar coba a los chinos. Pero me quedo en lo más cercano, el ámbito de lo local. Primera cuestión: un chino no es un sevillano. Un chino es un chino. Eso significa que en líneas generales no tiene la misma mentalidad. Y en líneas aéreas tampoco. Por eso, en la enésima polémica cateta entre Sevilla y Málaga, a cuentas del presunto vuelo que establecería Air China con Andalucía, hay que valorar la forma de viajar del chino. No necesita que el aeropuerto esté al lado de su hotel. En Sevilla, la gente intenta aparcar el coche en la puerta de su casa, aunque sea en doble fila, y tiene un concepto del desplazamiento y las distancias diferentes al chino. En China, se considera a España como una región de Europa, y a Andalucía como una provincia, y a Sevilla como un pueblo bonito y con historia.
Los chinos que vienen a Sevilla no acuden sólo a visitar esta ciudad. Sus viajes turísticos suelen durar dos semanas, porque China está muy lejos. Ni siquiera es frecuente que viajen sólo a España, sino que suelen añadir otros países europeos, como Francia, Italia o Alemania. De modo que, si Sevilla y Málaga ofrecen buenas conexiones con Madrid y Barcelona y con los principales aeropuertos de Europa, un chino viajero (que no suele ser tonto) sabrá cómo llegar a Sevilla sin necesidad de un vuelo directo. Porque se desplazará durante dos semanas entre al menos cinco o seis ciudades españolas y europeas.
Es verdad que ahora viajan más chinos a Sevilla que a Málaga. Y que no les gusta el turismo de sol y playa, porque consideran elegante tener la piel lo más blanca posible, y para nadar prefieren las piscinas. No son como los sevillanos, que viven con ansias de mar. Por el contrario, son acérrimos partidarios del turismo cultural. Sus ciudades andaluzas preferidas son Sevilla y Granada, además de Córdoba. Y sí, Málaga, pero no compite por las playas de la Costa del Sol, sino por sus museos.
Los turistas chinos prefieren a Picasso antes que a Velázquez y también a Gaudí antes que a Juan de Herrera o los barrocos. El monumento de Sevilla que más les gusta, según las encuestas, es la plaza de España, que prefieren al Alcázar. Nuestra opinión puede ser distinta, pero la suya es como es. Y no los van a llevar a las playas malagueñas ni con sombrillas gratis.
El turismo chino ha caído después de la pandemia y está en una fase de recuperación. En Madrid, Barcelona y Sevilla ahora el principal turista es el de EEUU. Por eso, para Sevilla, es más importante tener vuelos con Miami y Nueva York.
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