Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Sevilla/Las tres necesidades de la Feria son adelantar los horarios para recuperar las antiguas mañanas, de ambiente más sano y de mayor belleza; vigilar que las casetas no se conviertan en discotecas, pues el otro día vimos y grabamos el chunda-chunda montado a media tarde en una muy conocida, y que haya una pareja fija de agentes de la Policía Local en la parada de los taxis cada madrugada. Huelga decir que no hay recursos (ni humanos ni económicos) para llenar esta Feria tan larga, salvo que coincida con el primero de mayo e importemos feriantes de la capital del reino. Solo en tal caso se corre el riesgo de colapso y tan sólo por unas horas. El lunes y el martes, por ejemplo, fueron de absoluta tranquilidad. El miércoles festivo no se llenó. Los precios y el calor dejaron muchas casetas muy despobladas hasta bien entrada la tarde. Las circunstancias provocan que esta fiesta sea más bien nocturna, a la que se llega almorzado y hasta merendado para ya sólo beber y beber. Por supuesto, el trago largo, que jamás fue propio de la Feria, está más que presente porque hay un perfil de feriante mayoritario que acude solo un día o dos dispuesto “a darlo todo”. ¿Cómo se consigue adelantar el paseo de caballos? Si la Feria se extiende por la noche es complicado que lo haga por la mañana. Cuanto más se tarda en cerrar la Feria, más reventados están los trabajadores y menos tiempo tienen por la mañana los reponedores.
Varios delegados de Fiestas Mayores han estudiado alguna fórmula, como la de adelantar los horarios de comienzo y finalización del paseo. En su día se tomaron medidas importantes para otros fines como el sentido único del paseo (todo un acierto) o la concesión de licencias por días alternos para evitar la saturación. Las escasas horas en que se llena el real no justifican ninguna mudanza, porque la cantidad de horas y horas de Feria con casetas a medio gas son muy numerosas. ¿Y de verdad quieren poner más? Hoy viernes podrán comprobarlo. Y mañana sábado será ya hasta penoso. El gran debate no es la mudanza o el crecimiento, sino los horarios. Se ha mejorado también con el espectáculo del alumbrado, este año un éxito en manos de Manuel Marvizón y Enrique Casellas. Hasta hace pocos años no se hacía nada, más allá del alcalde de turno apretando el botón y un animoso Pascual González que por su cuenta se ponía a cantar. Está demostrado que se puede innovar con originalidad y respeto. Alguien debe estudiar cómo recuperar el protagonismo de las mañanas. Doctores tienen las fiestas mayores, incluso ingenieros. No dejemos que el chunda-chunda gane terreno. Para eso ya están los fines de semana.
También te puede interesar
Lo último