Para verano verano, los de antaño

Entró, entró, ya está aquí el verano y parece que está intentando hacerse notar tras una tregua térmica que nos vino que ni pintada. Verano, un verano más para afrontar la dureza que dicha estación se guarda por estos lares. Verano en la memoria de aquel tiempo en que todos los recursos eran insuficientes para combatir un calor que cuando se feminiza para ser la calor gana en contundencia y mala leche. Tiempos en que para paliar sus efectos cuando la barrera del insomnio se atravesaba no sabía uno qué hacer, si regar la cama o irse a la azotea. Tiempos en que gracias a Carrier se podía pasar la tarde en el Palacio Central, en el Pathé o en el Lloréns para, mediante la sesión continua, sestear de cinco a siete y ver la película de siete a nueve. Entró un verano más, pero con ese hitachi que nos permitirá el descanso.