¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Esplendor del Palacio Real
Gran día en el arrabal y guarda si no nos lo hubiese robado la puñetera pandemia. Otro día al fundón de la nostalgia éste que se vive en Triana bajo el nombre de Corpus Chico. Una delicia es siempre pasear Triana, eso es tal que así, pero tenía, y pensamos que volverá a tener cuando la normalidad sea normal, un sabor especial esta mañanita de domingo de Corpus. Con las calles alfombradas con yerbas aromáticas patearse Pureza o San Jacinto tiene el sabor inconfundible de cuanto Triana engendra. Junto a la espera de la Esperanza de su viaje a Sevilla en la mañana del Viernes Santo y el entrañable sabor a autenticidad de la mañana de partida al Rocío con su alba serpiente de carretas por Castilla, esta mañanita de Corpus está remarcada en el calendario lúdico de la ciudad y, muy particularmente, en el de Triana. A ver si el próximo Corpus hay más suerte, a ver.
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