Gafas de cerca
Tacho Rufino
Un juego de suma fea
la ciudad y los días
LA mejor definición de la música que conozco es el inteligente, hermoso y cierto lema del exquisito sello discográfico alemán ECM: "El sonido más bello después del silencio". Ni la música, la reina de las artes, puede competir con el silencio. Hasta la más hermosa, honda, emocionante o delicada música que se haya compuesto ha de ceder la primacía al silencio -y a los mil latidos de la vida que éste permite ir percibiendo- como el sonido más bello que existe. El silencio es la lengua que hablan los amantes y la lengua de Dios que, como escribió Tomás de Kempis, "habla dentro del alma sin ruido de palabras". El silencio es la más conmovedora manifestación de dolor y duelo, la más alta señal de respeto, la más conmovedora forma de manifestar ese contento tan hondo e íntimo que humedece los ojos y enmudece las bocas. El silencio es uno los índices más fiables de la calidad de vida. Por eso no se equivocaron quienes bautizaron el ruidoso rincón ferial de los cacharritos como la calle del infierno.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 76% de la población que habita en los grandes centros urbanos del planeta está afectada por la contaminación acústica, por lo que designó el 28 de abril Día Internacional de Conciencia Sobre el Ruido. Según la OCDE, España es el segundo país más ruidoso del mundo, sólo superado por Japón (y me temo que en España los andaluces estemos entre los primeros). Y está científicamente demostrado que el ruido provoca, entre otros males, pérdida auditiva, estrés, perturbación del sueño, aumento de la presión arterial y riesgo de infarto cardíaco y cerebral.
Por eso es difícilmente comprensible que, como informábamos ayer, un juzgado sevillano haya rechazado dictar una medida cautelar de suspensión de la música en una discoteca que emite ruidos que superan en un mil por ciento los límites autorizados, ha sido objeto de 271 partes de la Policía Local, denunciada por los vecinos y por una familia que dispone de partes médicos de ingresos en Urgencias por subidas de tensión y riesgo de infarto.
La revista "de humor dentro de lo que cabe" Hermano Lobo de Chummy Chúmez tenía una clasificación de películas en la que se incluía: "Para verla con el director y que nos la explique". Algunas decisiones judiciales -como esta que permitirá que los vecinos sigan siendo acústicamente torturados- pertenecen a esta categoría. Y me temo que ni aun con el juez al lado para explicárnoslas las entenderíamos. No las supera ni El año pasado en Marienbad en el cineclub Vida explicada a dúo por el padre Alcalá y el mismísimo Alain Resnais.
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