El teatro cerrado

El Teatro Lope de Vega de Sevilla, de propiedad municipal, está cerrado desde septiembre del año 2023, al parecer, por la necesidad de obras urgentes por motivos de seguridad. Los retrasos en la aprobación de los presupuestos municipales de 2024 complicaron los trámites y el resultado es que al día de hoy sigue cerrado y, que sepamos, sin obras. Y ya saben lo que les ocurre a los edificios cerrados. Si los arreglos necesarios eran unos, con el paso de los meses se habrán multiplicado los daños, algunos por la falta de mantenimiento, y otros por el tipo de arquitectura sencilla, realizada con presupuestos limitados para cumplir con los plazos de la Exposición Iberoamericana de 1929. No es la primera vez que el Lope de Vega está cerrado, pero creíamos que esos tiempos habían pasado definitivamente en Sevilla. No hace tanto, en 2001, una eternidad oscura parece, el Ayuntamiento estaba en conversaciones con Eva Yerbabuena para que su compañía fuera residente en el Teatro Lope de Vega, tal como se hace en otros teatros españoles y europeos.

Con proyecto de Vicente Traver, nuestro edificio fue Pabellón de Sevilla en 1929, casino y teatro en una sola pieza, a la moda más chic centroeuropea. Luego Teatro de la Exposición y después de varios tumbos, Teatro Municipal Lope de Vega en 1985. Desde entonces su historia y su programación lo habían convertido en uno de los espacios culturales más representativos de la ciudad y uno de los más solicitados por los sevillanos. En la reciente y emotiva despedida de la profesora Mercedes de los Reyes, la también especialista en artes escénicas y profesora de la Universidad de Sevilla Marta Palenque, hablaba del teatro Lope de Vega como un lugar amable, conocido, familiar, en el que los miembros de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, desde sus inicios, se sentían como en su casa, ya que al cruzar la calle Palos de la Frontera se encontraban con los alumnos de Filología, que así descubrían que el teatro del Siglo de Oro era, además, de magníficos textos y reconocidos versos, sangre y carne de las gentes de teatro de todos los tiempos y que seguían vivos en el escenario. Ese mismo escenario del Lope de Vega, que hoy permanece cerrado.

Sevilla y el Teatro Lope de Vega no pueden esperar más. Recordaré aquí los versos iniciales de El caballero de Olmedo de Lope, que bien podrían describir a Sevilla y su teatro municipal: “Amor, no te llame amor el que no te corresponde, pues que no hay materia adonde no imprima forma el favor. Naturaleza, en rigor, conservó tantas edades correspondiendo amistades; que no hay animal perfecto si no asiste a su conceto la unión de dos voluntades”. Ahora no valen celebraciones ni conmemoraciones. La Corporación municipal tendrá que dar una sacudida, un golpe en la mesa o lo que haga falta y dotarse de los medios materiales necesarios para que el teatro Lope de Vega no siga cerrado. Lo sentimos, pero Sevilla y su teatro, no pueden esperar turno.