La sorpresa de una sonrisa y de un abrazo

Ella me miró con una alegría que era puro amor regalado, él me abrazó con esa intensidad que sólo logran las personas con energía

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La sorpresa de una sonrisa y de un abrazo
La sorpresa de una sonrisa y de un abrazo

22 de mayo 2023 - 05:00

Tras un viaje en coche siempre se aprovecha el primer semáforo en rojo para distraer la vista después de horas de concentración. El Patrocinio es uno de esos sitios donde relajarse unos instantes tras recorrer la Vía de la Plata. Miras a la izquierda y se produce un intenso encuentro de miradas, tanto que ignoras si reaccionar de alguna forma más expresiva. Ella te ha clavado los ojos y sin duda espera de ti alguna muestra más expresiva. De pronto le sonríes y ella te devuelve una enorme sonrisa. Le quitas la mirada, vuelves a ella y te está esperando. El juego es breve pero continuo. Sonrisas y más sonrisas. Está feliz. O, mejor dicho, debe ser feliz. Sus sonrisas son grandes, generosas y rematadas casi en carcajadas. De su automóvil se oye música, cada vez más alta porque el conductor eleva el volumen, tal vez al percibir el repentino estallido de alegría de ella. Agita una especie de lazo, algún tipo de amuleto que debe acompañarle. Sonríe y vuelve sonreír.

No se cansa de dedicarnos su viva estampa de la felicidad. Ysu conductor también está contento ahora que se ha dado cuenta de que ella ha encontrado una efímera complicidad con el tipo del coche de al lado. En un abrir y cerrar de ojos, en lo que dura un semáforo, en menos que se tarda en cruzar el puente sin tráfico, la vida te regala un rostro joven y sonriente que te lo dice todo y te lo da todo con que solo le dediques una mirada. Ella tiene el síndrome de Down, quizás era su padre o su tío quien conducía el coche y celebraba su jovialidad con música, mucha música.

Recordé a la niña del semáforo al conocer días después en una celebración a otro chico con el mismo síndrome. Sus padres me lo presentaron advirtiéndome con prudencia de lo que no tendrían que avisar a nadie. El más sonriente de la fiesta, el más cariñoso, el que más chucherías se comió, el que más bailó y el que se tiró a la piscina vestido fue nuestro amigo. Pura energía y vitalidad. El pasado sábado por la tarde entrevistaron en televisión a un padre de una chica Down. Dijo que la mayor preocupación de unos padres es qué será de esos hijos cuando ellos les falten. Pero el mismo señor afirmó que él y su mujer se preguntan después de muchos años qué sería de sus vidas si no la tuvieran a ella. “Sentiríamos un vacío tremendo”. Hay cosas difíciles de asumir por quienes todo lo contemplan desde la funcionalidad, el consumismo, la mera operatividad y el egoísmo camuflado de comodidad. La sonrisa de la niña del semáforo y el abrazo de aquel chico en aquella fiesta son experiencias que solo las puede explicar quien las ha probado. Puro amor regalado.

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