De sinagoga a parroquia

Con el hallazgo del Hejal en Santa María la Blanca se recupera un vestigio de la historia de la Sevilla judía

16 de mayo 2024 - 01:00

La parroquia de Santa María la Blanca está en los límites históricos de la Judería, aunque en el corazón de ese barrio sevillano se encuentra también la parroquia de San Bartolomé. En Santa María la Blanca han tenido el acierto de abrir por obras; es decir, que su párroco, el padre Miguel Ángel Núñez, permite las visitas, mientras los cultos parroquiales se celebran en San Nicolás. Recientemente, ha sido noticia el hallazgo de restos en el Hejal de la antigua sinagoga judía, y para verlos han organizado visitas guiadas de grupos reducidos del 8 al 18 de mayo. El templo de Santa María la Blanca ofrece muchas curiosidades históricas. Se suele decir que es un recuerdo de las tres culturas monoteístas en Sevilla. También se suele recordar el expolio del mariscal Soult, con el robo de los Murillos en la invasión francesa.

En estos días, cuando el antisemitismo es galopante aprovechando los horrores de la guerra, parece oportuno recordar que los judíos han sido el pueblo más perseguido de la historia. No sólo por Hitler, sino desde siglos antes. El marxismo, a pesar de que Marx era de origen familiar judío, recuperó el odio y los demonizó como prototipo de los usureros y la inhumanidad del capital. El marxismo imitó a los sectores católicos más ultramontanos, que también persiguieron a los judíos. Judío era Judas Iscariote, que vendió a Jesús por 30 monedas. Así que la cosa viene desde antes de las atrocidades de Netanyahu, y de quienes están utilizando a Palestina para reavivar el odio antisemita.

La sinagoga de Santa María la Blanca, como la del Tránsito, de Toledo, pudo ser sufragada por Samuel Leví, quien acompañó al rey Pedro I como tesorero a Sevilla. La hipótesis apunta que siguió el mismo modelo arquitectónico. Con el descubrimiento, que se puede apreciar en las visitas guiadas, se recupera un vestigio de la historia de la Sevilla judía. Una parte del barrio judío de aquellos tiempos es conocido hoy como Santa Cruz. Es donde están las cruces, que cantaba José Feliciano, y donde van los turistas y sirve de fan zone urbana para ser guarreada por los finalistas de Copa. Sin embargo, el barrio aún llamado de la Judería (aunque el duque de Segorbe tiene allí su hotel) está menos visitado por el turismo, y así la plaza de las Mercedarias es como un oasis urbano.

Santa María la Blanca fue templo visigodo, después mezquita, y sinagoga por cesión de Fernando III el Santo a los judíos. En 1391, tras otra revuelta antisemita, pasó a ser templo cristiano. Allí la historia se revela como un canto a la tolerancia. Dios es amor y une por encima del odio.

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