Notas al margen
David Fernández
Menos papeleo para los funcionarios
La aldaba
Nos pegan la matraca con las conquistas sociales y la necesidad de no dar un paso atrás en los derechos logrados. ¡Claro que sí! ¡No pasarán! ¿Quiénes? Los que sean. Aquí no pasa nadie, que diría un sacristán malencarado cuando cierra el templo harto de aguantar beatas y beatones, que rima con Torrelodones. En las redes sociales hay un perfil la mar de interesante que recrea originalísimas esquelas con la muerte del punto y coma, del signo que abre las exclamaciones, de los guiones... Que rima con blandones. Nadie sabe hacer ya un uso correcto de todos estos signos, denuncia el deudo. Ni siquiera los políticos que son responsables de ministerios y consejerías de Cultura usan, por ejemplo, el signo de exclamación de inicio, tan español. Contaminados por el inglés se limitan al que cierra la oración. En cada vez más restaurantes, que son uno de los grandes termómetros de la sociedad (como los mercados o los trenes), se prescinde de las servilletas de tela, más ecológicas y elegantes que las de papel. Habría que encargar la esquela de la servilleta de toda la vida. Menos mal que el plástico está en desuso, de no ser así estábamos a un cuarto de hora de beber en vasos de meriendas de cumpleaños infantiles en muchos restaurantes. De los manteles no decimos nada, pues hasta en los hoteles de cinco estrellas hay momentos en que no los ponen o son minimalistas. Pero el precio no baja, oiga. En el momento en que el público hace cola para entrar en un establecimiento, el dueño del negocio tiene claro que los niveles de demanda del esmero han decaído. Lógico. Fue lo que captaron en su momento los promotores de los VTC, que el taxi se había quedado atrás en muchos aspectos (pago con tarjeta, contratación por teléfono móvil, precio cerrado de antemano, confort, etcétera). Y cubrieron esos huecos con la apuesta simbólica de la botellita de agua. ¿Qué ocurrió? Que el taxi experimentó una puesta a punto exprés que ha sido de agradecer en muchos aspectos. La competencia favorece al consumidor.
Nadie ofrece lo que no es valorado ni reclamado. El periodista almeriense Cristóbal Cervantes, buen conocedor de Andalucía y hombre de mundo, se quejaba con razón de que en los muy recomendables trenes Iryo tratan de tú a todos los viajeros. Marchando otra esquela para el usted, que solo los tontucios confunden desde su complejo con una supuesta superioridad y no ven como muestra inicial de respeto y fórmula de tratramiento no invasiva. La cultura de Rynair ha calado como la lluvia fina. Se producen recortes que afectan directamente a la convivencia y a la calidad de los servicios. Algunos consideran que eso no tiene consecuencias. Siempre las tiene. Sobre todo porque hay muchísima gente que preferiría ser bien tratada, pero se calla. Y ese silencio se termina por romper de mala manera. Genera gatos en el vientre. Miau.
También te puede interesar