La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Dónde está el límite de la vergüenza?
Sevilla/Dice la Gerencia de Urbanismo que estudiará a fondo el proyecto de rehabilitación (demolición) de un edificio del Paseo de Colón que se pretende convertir en un bloque de apartamentos turísticos. Hace bien, pero que muy bien, el señor gerente del organismo autónomo, don Fernando Vázquez, en preocuparse de los proyectos verdaderamente importantes para el futuro de la ciudad, pues ya sabemos cómo se está destrozando la Avenida de la Palmera y, lo que es peor, con el absoluto amparo de la legalidad. Los gerentes, los jefes de servicio y los técnicos de la Gerencia no pueden ni deben contravenir la normativa vigente: cometerían prevaricación. Y eso provoca palidez en las caras, como cuando han llegado otros compañeros al juzgado, lo que conocemos como rostros blanquecinos de Madrugada de Viernes Santo, la noche que el alcalde debe mantener sin alcohol y con orden. Porque de lo contrario corren el serio riesgo de acudir al Prado de San Sebastián con alta probabilidad de hacer el paseíllo a la ida con las manos libres. A la vuelta solo conozco uno con las manos atadas que vaya con toda la dignidad de rey supremo, moreno de piel de las horas que lleva recogiendo plegarias en la calle, y que duerme en el Tiro de Línea, ¿verdad, José María Carmona? Está bien, pero que muy bien, que la Gerencia haya aplazado el estudio de la licencia, sobre todo por el mensaje que lanza sobre lo que no gusta en la ciudad: la multiplicación de una modalidad de alojamiento turístico. Pero nos tememos que es sólo eso: una patada del balón cual defensa del Athletic Club de Bilbao de los años ochenta. No tenemos normativa jurídica ni para frenar los graves desmanes de la Palmera ni proyectos como de los del Paseo de Colón. No está mal, nada mal, la dilación para abrir el debate, pero es absolutamente inútil. Y los asesores jurídicos del Ayuntamiento lo saben perfectamente. ¿Jugada de cara a la galería? Absolutamente.
Promueva el señor Vázquez una reforma de la normativa desde el punto de vista de la conservación del patrimonio histórico (el edificio es entorno inmediato de un BIC como la plaza de la Real Maestranza, de ahí que se haya pronunciado la comisión de patrimonio, que además lo ha hecho a favor del proyecto) y negocie el Ayuntamiento con don Arturo Bernal, consejero de Cultura, para que la Junta apoye con medidas de freno a los excesos del turismo masivo. Vaya por delante que se debe distinguir entre viviendas turísticas (alta probabilidad de incidentes por problemas de convivencia)y apartamentos (que son bloques enteros dedicados a tal fin, con recepción y una regulación más reglada). ¿Debemos apostar por los apartamentos y limitar las viviendas? Doctores tiene la materia. El gerente gana tiempo. Pero poco podrá hacer si no quiere regresar como uno que yo me sé la noche del Lunes Santo: cautivo y sin nadie detrás. Se agradece la buena voluntad, pero hace tiempo que perdimos la inocencia. Salvo la tarde del 5 de enero.
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