Al rescate del viejo callejero de Sevilla

04 de marzo 2025 - 03:08

No es difícil localizar a Rafael Valero. Uno se pone a dar vueltas por el centro de Sevilla y tarde o temprano se topa con él. Otro sistema es ir a Casa Moreno a la hora del aperitivo o a una de esas conferencias o presentaciones de libros sobre los temas más variados que, a partir de la atardecida, se dan en los diferentes puntos de la amplia geografía sevillana de eventos más o menos culturales: Buenas Letras, Cicus, la Carbonería, Labradores, Mercantil, Caja Rural, Casa del Libro, Cajasol...

Rafael Valero es un hombre que no para de maquinar. Lo mismo está metido en una conspiración para que le den la Medalla de Sevilla a algún egregio, que presiona como un baloncestista para que se restaure de una vez por todas alguna capilla del abundoso patrimonio olvidado de la ciudad. Y así, a lo sonco, como quien no quiere la cosa, va consiguiendo algunas metas de las que nos enteramos por este periódico.

Como no podía ser de otra manera, Rafael Valero es el principal impulsor de esa iniciativa tan meritoria que es la recuperación de los viejos nombres de las calles de Sevilla. La historiadora Reyes Pro ha explicado alguna vez que no fue hasta el siglo XIX cuando las rúas empezaron a llevar pomposos nombres de prohombres: espadones, alcaldes, héroes, empresarios... Antes, el nomenclátor era más informal, repetitivo y popular, con algunos nombres un tanto chocantes para las mentes biempensantes del momento (hasta dieciséis calles se llamaban “sucia”, por lo que se ve que lo de ahora no es nada nuevo). Siguiendo la iniciativa que en pasadas décadas impulsó el historiador Antonio Sancho Corbacho, Rafael Valero, con la colaboración de la Asociación Niculoso Pisano, y el impulso necesario y definitivo de Urbanismo y Ricardo Suárez, están colocando azulejos en algunas calles del Casco Antiguo para recordar sus antiguos nombres, paneles que son sufragados generosamente por particulares y empresas que busca el propio Valero. Hasta el momento ya se han colocado los azulejos de las calles del Mar (García de Vinuesa), Bayona (Sánchez Bedoya), Sardinas (Gerona) y Tiendas (Murillo). Además, están hechos y pendientes de instalación los del Callejón de los Pobres (Josefa Reina Puerto) y Tundidores (Hernando Colón). Y están en proyecto Cantarranas (Gravina), Pescado (Arfe), Arco de Atocha (Gamazo), Tintores (Joaquín Guichot), Sinagoga (Acheros) y De la Mosca (Cristóbal de Castillejo). Nombres hermosos y sonoros que parecen sacados de una novela picaresca y que amenizarán el paseo de los curiosos. Enhorabuena, pues, a los responsables.

stats