21 de enero 2025 - 03:08

Lo confieso, no puedo sustraerme a la pregunta sin respuesta –una más– que pone la vida a cada instante. Cuando miraba en la televisión las escenas de la irrupción armada de Hamas en la campa israelí y asesinaba, secuestraba y destruía todo, en esos momentos, pensé: ¿han considerado los líderes del grupo terrorista palestino las consecuencias de estos actos? Lo ignoro y, mucho más, cuando se evalúa el saldo final, digo las decenas de miles de muertos y heridos y la destrucción de casi el 80% de las construcciones de la franja de Gaza. Las tomas aéreas que seguimos viendo en la televisión dan una idea del tamaño de la fuerza empleada por los israelíes, que no se han parado a considerar una Ley del Talión multiplicada por ene. El domingo vimos a tres rehenes del terrorismo palestino intercambiados por no sé cuántos presos de Hamas. Un como “la vida sigue”, un como “volver a empezar”, el cuenta kilómetros en cero. Las empresas constructoras ganarán mucho dinero, de nuevo, en la reconstrucción de las ciudades desiertas, las infraestructuras destruidas, la carencia de casi todo de la población ajena a las estrategias criminales del terrorismo y la política expansionista del sionismo judío. En unos años se repetirá la historia, ni idea cómo pero con parecidos resultados volverá de nuevo, triste, cruelmente. Nulla pax perpetua, de nuevo. No obstante me sigue obsesionando la pregunta de aquel mediodía de octubre de 2023 y lo que estos hechos desencadenaron hasta el alto el fuego de la semana pasada, materializado con el intercambio de presos, las lágrimas de los familiares y la espera de ambas poblaciones irredentas en la vuelta a casa del resto de los rehenes y la entrega de los cadáveres israelíes. 1.189 personas fueron asesinadas por Hamas y 251 fueron hechas prisioneras del grupo terrorista islámico de Gaza. Cuando Israel pudo sobreponerse del tremendo golpe infligido por los palestinos, desencadenó una de las respuestas más violentas y destructivas que se conocen en la zona. Cada día, cada tiempo, sin descanso y parada pese al horror y los niños muertos y heridos de las ciudades y pueblos gazatíes. Desde aquel 7 de octubre, los servicios secretos de Israel han perseguido sin descanso a los líderes de Hamas; cuando los han encontrado, les dieron muerte. Con ello han impedido que conozcamos cómo se produjo la elaboración del plan de ataque a Israel, si les quedó alguna duda de la capacidad de respuesta y reacción del Estado judío. Se podría extraer mucho conocimiento de este tipo de adopción de actuaciones político-criminales. Para luego terminar, sobre la montaña de cadáveres y destrucción, con un plan de paz por rehenes.

stats