La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lluvia en Sevilla merece la fundación de una academia seria
La expresión recinto cerrado es una redundancia, porque la palabra procede del latín, re-cintado o cercado. Pero en el fondo no es más que una estrategia comercial para subrayar que en un espacio urbano, se pueden disfrutar las ventajas de formar parte de una determinada ciudad, pero que está aislado de los inconvenientes de falta de seguridad, vandalismo, limpieza, etc… De hecho, las urbanizaciones de lujo rodeadas de una tapia y con una garita de seguridad en la puerta no dejan de ser eso, un recinto cerrado. Una fórmula de éxito en todas las ciudades del mundo, de Madrid a Ciudad de México. Esta opción también se aplica en los parques empresariales o industriales como recintos cerrados y protegidos para distinguirlos de los polígonos, que suelen estar abiertos y que en general están mal pavimentados, ausentes de servicios, con usos cambiantes y necesitados de renovación. Pensemos en los polígonos sevillanos de Carretera Amarilla, Store o Calonge.
El Parque Científico y Tecnológico Cartuja tiene una historia de éxito en cuanto a número de empresas, empleados y sectores que abarca. Pero hay algo que no termina de funcionar a mi modo de ver y es la relación con la ciudad, es decir, ¿que está ofreciendo a Sevilla el PCT en materia de desarrollo y mejora urbana? La posibilidad de edificar en los terrenos del canal de la Expo, junto con la idea, aún utilizada por algunos con mala intención sobre Sevilla, de que la reutilización de los terrenos de la Expo 92 ha sido un fracaso, hacen que debamos reflexionar sobre este asunto las veces que haga falta.
He buscado los documentos que edita el propio PCT Cartuja, como las memorias e informes de los años 2020 y 2024, para ver cómo se presentan al mundo. En ellos se puede leer: El PCT Cartuja es una sociedad mercantil del sector público andaluz cuyo objetivo es potenciar el desarrollo económico local y la modernización tecnológica. Ocupa un amplio recinto diseñado en origen para la exposición universal Expo 92. Estos terrenos tienen más de 2 millones de m2, con un espacio vallado que alcanza los 500 mil m2 y una ocupación de 403.000 m2”.
Se extiende desde el Parque del Alamillo por el norte hasta el Parque Magallanes por el sur y desde el cauce del río Guadalquivir por el este hasta la corta del río por el oeste. Incluye el Estadio, facultades universitarias, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, el Monasterio de la Cartuja, el Teatro Central, los auditorios Center Cite y el Rocío Jurado, Caixa-Forum e Isla Mágica, etc. Y por supuesto el área empresarial y tecnológica que ocupa básicamente la zona de los pabellones de la Expo 92, con casi 500.000 m2 que se ofrece como recinto vallado y aislado.
De momento ser barrio abierto de la ciudad y recinto vallado no está resuelto. Parece que un primer paso sería extenderse sobre los terrenos del canal, que están fuera del recinto cerrado. Qué perdemos y qué ganamos como ciudad. ¿Cómo y quién propone hacerlo y con qué dinero? Que nos lo expliquen.
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