La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lluvia en Sevilla merece la fundación de una academia seria
El primer gol a los ingleses lo marcó Nico Williams. El apellido del portero de Inglaterra al que Telmo Zarra batió en Maracaná el 2 de julio de 1950. Mundial de Brasil que ganó Uruguay. España ha logrado su cuarta Eurocopa con goles de futbolistas del Athletic de Bilbao y de la Real Sociedad. Los más españoles en el sentido calderoniano de la palabra, decía Mario Onaindía de los vascos. La selección que derrotó a Inglaterra en Maracaná la formaban cuatro catalanes (Ramallets, los hermanos Gonzalvo y Parra), seis vascos (Igoa, Basora, Gabriel Alonso, Zarra, Panizo y Gaínza) y un valenciano de Sueca, Puchades. Cuatro Eurocopas. La primera se disputó el 21 de junio de 1964. España-Unión Soviética con Franco en el palco.
El portero era del Athletic, como ahora: de Iríbar a Unai Simón. En el atlas de la selección actual faltan los gallegos: Amancio, Luis Suárez y Marcelino, que marcó el gol decisivo. Iríbar y Marcelino son los únicos que viven de aquel equipo. El pintor de Ayamonte Florencio Aguilera me facilitó el teléfono de su amigo Marcelino para entrevistarlo cuando ganamos la Eurocopa de 2012.
Rodrigo, estrella de la selección y del Manchester City, ha sido elegido mejor jugador del campeonato. Nació el 22 de junio de 1996. El mismo día que Inglaterra nos eliminó en los penaltis después de ciento veinte minutos sin goles. En la tanda fatídica, de los españoles sólo marcó Amor y el penalti decisivo lo anotó Paul Gascoigne, el futbolista que nació el mismo día, mes y año que mi mujer. Cuatro días antes, España vencía a Rumanía con un solitario gol de Amor. El mismo nombre de la calle Amor junto a la que estaba Puerto Perico, el parque de bolas donde celebramos el quinto cumpleaños de mi hija Andrea. Ese día se cumplían diez años de los cuatro goles de Butragueño a Dinamarca en Querétaro, en el Mundial de México 86, el de la mano de Dios. 14 de julio de 2024. Guillermo de Gales, heredero de la corona británica, consolaba a sus compatriotas en Berlín. Su esposa, Kate Middleton, le entregaba a Carlos Alcaraz el trofeo de ganador en Wimbledon, ese torneo que aparece en las páginas de Lolita de Vladimir Nabokov, que murió el 2 de julio de 1977, 27 años después del gol de Zarra a Williams en Maracaná. El gol de Oyarzábal fue a pase de Cucurella, el de Marcelino de Pereda y el de Zarra una asistencia de Matías Prats por las ondas.
El seleccionador inglés Southgate disputó aquel partido de 1996. Le cerraba la Puerta del Sur a Kiko Narváez en una foto icónica del partido en el año del final del felipismo. La cuarta Eurocopa de España es la quinta victoria sobre Inglaterra siguiendo las cuentas de María Elvira Roca Barea en Imperiofobia y Leyenda Negra. Lo de la Armada Invencible es como su Mundial del 66, un triunfo único pero bien publicitado, que eclipsa las victorias que le infligió España y que anota la historiadora: en Veracruz (México), en 1568; la Contra-Armada de Drake y Norreys en 1589; en Cartagena de Indias en 1740 (la gesta de Blas de Lezo frente a Lord Vernon); en Argentina en 1804 y 1806; y ahora la Marcha sobre Berlín de 2024. Con De la Fuente, de Haro, el corazón de España y del español de Berceo. Goles de Williams y Oyarzábal. Ya lo cantaba Silvio: “Y hasta la Real de Sociedad”.
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