Editorial
Rey, hombre de Estado y sentido común
Elías Bendodo nunca se debió marchar a la Casa de los Horrores, con lo bien que se estaba en San Telmo, mira que su amigo Juanma se lo advirtió. Elías, tú estás acostumbrado a gobernar, en el Ayuntamiento de Málaga, en la Diputación, en el Gobierno andaluz, no eres como yo, que he sido diputado por Cantabria cuando no había hueco en Andalucía, pero Elías erre que erre con Feijóo, que quería irse a Madrid y allí se fue Bendodo a darse de bruces con la inquina que desayuna el DF cada mañana y con la bruma gallega que no deja ver quién hay en la última planta de Génova. Con lo que Sevilla ha querido al malagueño.
Aún hay un escalón más estúpido que solemnizar lo obvio: escandalizarse por lo evidente. Ante un grupo de alcaldes y concejales reunidos a puerta cerrada en el Senado, Elías Bendodo les explica que si Pedro Sánchez logra aprobar los Presupuestos Generales, es posible que salve esta legislatura. Y es posible, les cuenta Bendodo, porque negociar un presupuesto es fácil siempre que ambas partes estén dispuestas a dar y a recibir; es decir, que si Junts está en disposición, habrá cuentas del Estado en 2025 y éstas, prorrogadas, sirven para 2026.
Esto que les comenta Bendodo es tan evidente que lo sabe hasta Miguel Tellado, no hay que ser ni un politólogo ni un adivinador de futuro, aquel que en el PP sostenga lo contrario, que Junts no está por la labor, o es un mentiroso o no se lee ni un papel. O quiere aparentar una fe ciega en la buena suerte del líder Feijóo. La polémica es una niñería, el PSOE lo señala por derrotista en contraposición con el supuesto éxtasis que vive el PP ante una inminente caída de Sánchez, aunque lo que revela Bendodo es que en Génova aún no se han tragado todas las fantasías.
Junts está en modo negociación, hace semanas que los independentistas comenzaron a hablar con el Gobierno, quieren suavizar el déficit en el que podrán incurrir las comunidades autónomas en 2025, de tal modo se alcen con algún trofeo con el que presentarse ante Cataluña. En cualquier caso no van a apoyar una moción de censura y, tal como afirma Bendodo, la aprobación de las cuentas se puede entender como una moción de confianza.
No cabe ningún asombro, Pedro Sánchez sabe jugar en la adversidad. Sin embargo, lo que no figuraba entre sus previsiones era la corrupción, el material del que está hecho Sánchez es flexible, pero comienza a notar la fatiga.
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