Cuando el problema es el Ayuntamiento

05 de octubre 2024 - 03:08

El discurso del victimismo es, por su propia naturaleza, inelegante, propio de personajes como Puigdemont o Claudia Sheinbaum, de populistas de derecha e izquierda. Ya saben el lema de las viejas eduardianas: “Nunca nos quejamos, nunca damos explicaciones”. El lema lo popularizó Maggie Smith en su papel de condesa viuda de Grantham. Nuestros políticos suelen ignorar la primera parte y abusar de la segunda. Es decir no paran de lamentarse y nunca aclaran los asuntos importantes.

La política está llena de profesionales de la culpa, de personajes que achacan todos los males propios a los demás. Es cierto que, a veces, se hace con razón. En Sevilla tenemos ejemplos muy evidentes, como Puente de la SE-40 o la ampliación del Museo de Bellas Artes, proyectos eternizados por los diferentes gobiernos centrales de PP y PSOE. Pero, otros, como el del Mercado de la Puerta de la Carne, son responsabilidad exclusiva de los sevillanos. Es decir, de nuestro Ayuntamiento. El problema es tan antiguo que ya nos hemos olvidado de que existe, como en su día pasó con el solar del Mercado de la Encarnación. Uno pasa por el Puente de los Bomberos y casi se olvida de que esa ruina que desfallece entre Demetrio de los Ríos y Alejo Fernández es un edificio pionero en la arquitectura racionalista sevillana, firmado por dos de los arquitectos más destacados del arranque del XX, Aurelio Gómez Millán y Gabriel Lupiáñez Gely. Dan ganas de vestirse de romano de Cinecittà para declamar los versos de ese utrerano universal que fue Rodrigo Caro: “Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora/ campos de soledad, mustio collado,/ fueron un tiempo Itálica famosa” y blablablá.

Veinticinco años lleva ya cerrado el Mercado de la Puerta de la Carne y no nos hemos dado ni cuenta. Un auténtico problema del que son responsables todos los gobiernos municipales que ha tenido Sevilla en este periodo, tanto populares como socialistas. Evidentemente no podemos culpar a José Luis Sanz de esta caries heredada, pero sí exigirle que ponga ya fin a este abandono cuyo único responsable es el Ayuntamiento.

Ahora, la Diputación socialista pide su cesión para hacer un espacio cultural. Probablemente lo hace para enredar políticamente y abrirle un frente a un alcalde adversario. Más cuando la cercanísima Fábrica de Artillería se va a dedicar a esos menesteres (Sevilla, aunque no esté bonito decirlo, necesita más semilleros de empresas que espacios culturales). Pero esto debería servir como toque de atención a la administración Sanz. Es hora de solucionar este problema.

stats