‘Pobre de mí’, un lamento de nostalgia

Desde Iturrama a la Rochapea, por la Ciudadela y la Taconera, incluso a San Juan llegan sus ecos, el Pobre de mí sonará como lamento por toda Pamplona para darle el pase de la firma a la fiesta más rotunda que registra el calendario lúdico universal. Habrá sido una semana de diversión sin freno con el toreo y el calimocho en sostenido mano a mano a ver quién supera a quién. Y a gran diversión, enorme nostalgia con la vieja Iruña volviendo mañana a su imagen de austeridad y comedimiento en el lunes más marrón del año. Soniquete monocorde que le pone punto final a la desmesura de los sanfermines, una fiesta que tiene al toro como eje vertebrador de la cosa y que se mantiene en su rol principalísimo a pesar de los ataques que salen del sectarismo y del odio a todo lo español. ¡Viva San Fermín!