La pancarta que ahuyenta los bares

En la calle Juan Sebastian Elcano están hartos y se intuyen las pinturas de guerra...

La pancarta que ahuyenta al que se interese por montar un bar en el local de abajo
La pancarta que ahuyenta al que se interese por montar un bar en el local de abajo / José Ángel García

12 de octubre 2022 - 04:00

Sevilla/Las paredes hablan, las pancartas gritan. Vas por la calle y te aparece una pintada como un grito de Munch. La mejor la vimos un día en una calle de Los Remedios: “Me cago en el Quinto Centenario” [sic]. La criatura se tuvo que quedar la mar de tranquila y lograría un importante ahorro en terapeutas. La segunda pintada más recordada por este aspirante a fino observador fue una que se repetía a lo largo de la A-49: “Si te zumba el oído, te espía la NASA”. El autor o autores se tomaron la molestia de ir jalonando el camino con la misma proclama. ¡Ya es empeño! Las pancartas son más respetuosas con las fachadas, siempre preferibles. No erosionan y tienen el mismo efecto de alerta.

En el local sin actividad de un antiguo bar de copas de la calle Juan Sebastián Elcano han colocado una que parece tener un gran efecto. Los vecinos dejan claro que no recibirán bien la apertura de un nuevo bar. Libertad de expresión se llama. “No se quiere bar, se quiere descanso. Se respeta el sueño. Se llama al 092”. La pancarta, que reproduce un texto digno de comentario para un estudio sobre el uso del impersonal “se”, parece que va ganando porque el establecimiento no reabre... como bar. La pancarta me recuerda a esos indios con las señales de pintura en el rostro que esperan a que los yanquis pasen por el desfiladero. Como haya bar, hay guerra. Dormir es algo muy serio, tremendamente serio. Si por la libertad, Sancho, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida; por el derecho al descanso se debe dejar una advertencia clara y rotunda. Estos vecinos de Juan Sebastián Elcano tienen que estar más o igual de fritos que los de la calle Pérez Galdós y sus alrededores. El dueño del local estará deseando una llamada de una fabrica de colchones, un despacho de abogados o una tienda de electrodomésticos.

La mala fama de los bares de copas tiene difícil solución. Y esta parte de Los Remedios en particular tiene una historia de más treinta años de padecimientos desde que en 1992 se pusieron de moda las colas... y las botellonas. Entonces era la placita del Fresa, llamada así por el nombre de uno de los bares. De aquellos años ha quedado hasta hace poco el comercio Mistral, especializado en ropa para surfistas. De aquella plaza del Fresa se iba uno a la calle Madre Rafols, donde estaba el bar Tendido 5, que servía las tapas de ensaladilla a 25 pesetas Tendido 5. Hoy solo queda la sede del Real Círculo de Labradores de Benito Mateos-Nevado. La pancarta modelo espantabares va ganando. Y parece que funciona. De momento. La pintada grosera del centenario fue borrada. Laus deo...

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