Ojú, qué frío

14 de enero 2025 - 03:06

Algunos nos imaginamos el frío que están pasando otros, compatriotas todos. Ojú. Los noticiarios, antes de llegar a Maduro, ese tirano, o al último intento del ministro de Justicia de Pedro Sánchez para condicionar el futuro penal de la esposa del presidente del Gobierno, o del ex ministro Ábalos, Koldo y demás presuntos investigados por los jueces, qué escándalo, nos dicen los menos grados que hay en algunas capitales españolas. Hay dos Españas en esto, finalmente, la España fría muy fría y la España menos fría o francamente cálida. Una partida de tenis filmada con las cámaras mirando al público: derecha, izquierda, punto de set, juego. Como por casualidad he estado pensando antes en todo esto mientras sonaba en mi estudio Las hijas del Zebedeo (Al pensar en mi dueño) o El niño judío (De España vengo), pero no lo he conseguido. La tempranica o La torre del oro, El barberillo de Lavapiés o Mirentxu (Goizeko eguzki argiak), la romanza Me llaman la primarosa de El Barbero de Sevilla, todo, la Canción de Pastora de La Patria chica… No es un disco español, es una grabación centroeuropea (la soprano canta trozos ininteligibles, un español ininteligible) pero es igual, sabía las letras, de España vengo, soy española, y mi cara serrana lo va diciendo… La zarzuela es el ámbar que conserva en su interior un ser de España, una nación confiada y amable, de dramas rurales que no lo eran, romerías, fiestas, amores sencillos, desamores no dramáticos y un pueblo, en general, satisfecho y feliz, un pueblo friso de todos los territorios con sus músicas y mi cara serrana lo va diciendo, he nacido en España, etcétera. El frío es lo que desentona, este frío trasunto del modo de levantar el muro con el pasado que pretenden que nos tiremos a la cabeza unos a otros, como los abuelos y bisabuelos, otra vez el duelo a bastonazos, tan poco zarzuelero, tan penoso. La muerte es fría y estéril, silenciosa, opuesta a esta alegría de la zarzuela, este conjunto de canciones que emocionaron tanto a las generaciones que salieron de 1898, y de la guerra de Marruecos, y de la guerra civl y la inacabable postguerra. Ojú, qué frío hoy y lo que sigue. Y este modo de decirse a la cara que somos incapaces de construir entre todos las viviendas que necesitan urgentemente nuestros jóvenes y como esto, todo. Hemos llegado con el frío a este silencio espeso de hablarnos como en lenguas distintas, en palabras ignotas. Ha terminado el disco con el preludio de La patria chica, un buen resumen. El silencio resuena ahora, nadie habla en la casa. Es sólo este frío.

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