Las obras interminables

Las obras públicas sevillanas forman parte de la historia interminable, puede que el Apocalipsis llegue antes. Agosto era el gran mes de las obras públicas sevillanas. En agosto, aprovechando las vacaciones y la desbandada a las playas, se ponía la ciudad patas arriba, con levantamientos de calles, tuberías nuevas, cambios de instalaciones eléctricas y lo que hiciera falta. Por extensión, se abría otro plazo que iba desde después de la Semana Santa hasta la Cuaresma siguiente para aquellas obras más largas y complejas. Pero en septiembre la ciudad estaba mejorada tras las chapuzas más necesarias. Sin embargo, ahora ya ven. Hay obras que han conocido hasta tres alcaldes sin ser terminadas.

Por ejemplo, el tranvía a Nervión y Santa Justa. Fue pregonado por Juan Espadas, que por aquel tiempo no se dedicaba a justificar la fiscalidad singular de Cataluña, a mayor gloria de su jefe don Pedro. Por aquel tiempo, cuando Juan Espadas era alcalde, dijo que el tranvía a Nervión y Santa Justa era la maravilla de Sevilla. Pero Juan dejó el cargo, pasó de largo Antonio Muñoz, y se llegó a José Luis Sanz (que era del PP) para inaugurar las obras a Nervión, sin invitar a sus inspiradores. Y sólo Dios sabe quién inaugurará el primer viaje del tranvía a Santa Justa.

Tampoco sabe la inteligencia humana quién inaugurará las obras en la avenida ahora llamada de Las Razas. El cambio de nombre creo que lo hicieron porque La Raza sonaba a racista y Las Razas parece que no, pues son plurales. Raza Mora se llamaba una gran comparsa de El Puerto de Santa María, cuyo nombre hoy no sería permitido por incorrecto, pues es sabido que los moros iban con Franco. Volviendo a las obras, ahora dicen que se prolongarán hasta noviembre. Ya veremos qué dicen en noviembre. Los vecinos se suben por las paredes. Otro caso muy vistoso es el de la calle Zaragoza, donde los comerciantes también se suben por las paredes.

Con estas vicisitudes, imaginen ustedes lo que puede pasar con la línea 3 del Metro. ¿Cuándo se podrá viajar entre Pino Montano y Los Bermejales? Puede que para el bicentenario de la Exposición del 29 ya esté inaugurada. ¿Y el puente que va a construir Óscar Puente, en la SE-40, para atravesar el río Guadalquivir por todo lo alto? Seguro que no lo inaugurará Óscar Puente, sino otro ministro o ministra. Puede que sea catalán o catalana, si así lo piden, así lo prometen y así lo esperan.

La gente con más memoria democrática se ríe al hablar del canal Sevilla-Bonanza y de los proyectos de Tablada. Pero la vida sigue igual. Todo fluye, nada se acaba.