La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Los caídos de la Sevilla de Oseluí
Con la aprobación días pasados de la modificación puntual del Plan General de Ordenación por la Comisión del Patrimonio, se ha puesto en marcha el proceso de formalización y construcción de la pasarela peatonal que unirá la orilla derecha del río a la altura de Altadis, con el paseo de las Delicias frente a la calle Rábida y el Pabellón de Chile de la Expo del 29. Claro que aún falta el proyecto de ejecución concreto, con todos los detalles, que también será supervisado por la Comisión. En el caso de que presentara algunos reparos seguro que serán solventados por el grupo promotor KKH, que lidera todo el complejo que dará nueva vida a Altadis, como ya se ha visto en la modificación urbanística. Cumplir los plazos es importante para la viabilidad de los proyectos y en este caso es un grupo privado el que está defendiendo sus intereses, eso sí, con controles de patrimonio y con todas las garantías que da el proceso legal de planeamiento y si no que se lo digan a los vecinos de Diego de Riaño con la Biblioteca Universitaria, que pudieron hacer valer sus derechos para no construirla en ese lugar sobre lo que pensaran otros muchos sevillanos.
Sevilla ha expresado sus avances históricos tendiendo puentes. Desde el primitivo puente de barcas hasta el Puente de Isabel II, gran símbolo de la modernización del siglo XIX, que unió de forma estable y para siempre Triana con Sevilla y viceversa. Desde entonces, en cada época se han tendido puentes, que han servido para unir las dos orillas del río: Tablada, San Telmo, el de Los Remedios y Delicias. También la Expo 92 dejó en Sevilla nuevos puentes, Chapina, Cartuja, Barqueta, Alamillo y Centenario. Claro que también hemos derribado algunos como el del ferrocarril por Chapina y desmontado el de Tablada a la espera de destino. En general las ciudades históricas con río siguen construyendo nuevos puentes y pasarelas. Londres construyó hace pocos años una nueva pasarela sobre el río Támesis. Su principal objetivo era facilitar el paso del flujo de visitantes de la catedral de Londres y sus alrededores, a las nuevas actuaciones de la otra orilla, que a su vez son la cabeza visible del histórico sector del otro lado del río, como la Tate Modern y el nuevo teatro el Globo. El uso peatonal de la ciudad se ve favorecido por estas pasarelas, que acortan recorridos y facilitan el contacto entre las dos orillas de la ciudad que, aunque comunicadas por puentes, lo están más a la medida del vehículo rodado que del peatón, del paseante o del visitante de la ciudad.
El renovado complejo de Altadis significa un impulso para el barrio de Los Remedios, no solamente en la dotación de equipamientos, jardines y arbolado, sino que, al situar un nuevo hotel de gran lujo en la manzana, este le quitará el aire de trasera de tapias que tiene la calle Juan Sebastián Elcano en ese tramo. Pregunten a los comercios y restaurantes de la zona qué les parece que los pongan en contacto con ese nuevo circuito peatonal.
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