Monticello
Víctor J. Vázquez
El auxilio de los fantasmas
Tras escuchar la intervención del presidente valenciano para explicar su actuación el día que se desplomaron los cielos, se llega a la conclusión de que fallaron todas las administraciones públicas. Y también se llega a la conclusión de que en España sigue vigente la idea de buscar un chivo expiatorio en cuanto se produce un error, un fallo, o una tragedia.
Carlos MazÓn al menos ha asumido responsabilidades, pero no ha dudado en mencionar la falta de reacción del gobierno central, que acusa al gobierno valenciano pero no convocó a ningún miembro del Gobierno de Mazón a las reuniones en las que se decidía cómo actuar. Reconoció que “se pudo hacer mejor”, pero dijo también que la información que recibían sobre los efectos de la DANA les llegó fragmentada, inexacta y tardía. Mencionó la Confederación Hidrográfica del Júcar, como hizo desde el primer momento y, aunque insistió en sus propias responsabilidades, echó muchos balones fuera.
La única lectura positiva que pueden hacer los españoles sobre la tragedia es que a partir de ahora se pondrán en marcha los mecanismos adecuados de actuación ante un aviso, una alarma o un cataclismo no detectado. Y más allá de constatar que el presidente valenciano y su gobierno no estuvo a la altura, al menos en los momentos iniciales, tampoco el gobierno central cumplió con su deber. No cumplió con lo que se espera de un gobierno de todos cuando una región, o tres, o cuatro, se enfrentan a una devastación inimaginable.
Mazón intenta salvar su situación con una remodelación de su gobierno, la creación de una vicepresidencia para la recuperación y una consejería específica para catástrofes. Bien. Pero sin necesidad de vicepresidencias específicas, cualquier gobierno regional o central, tendría que contar con ministerios –Interior, Defensa, Infraestructuras, Economía– permanentemente preparados para actuar de inmediato. El gobierno de Sánchez, mandó a la UME, pero racaneó con el envío de más personal y medios con los que afrontar la situación; Interior tampoco se mostró muy generoso para dotar mejor a la guardia civil y la policía que ha trabajado días enteros sin permitirse un descanso, mientras que desde economía se han anunciado ayudas que a la hora de la verdad se traducen en subvenciones y créditos que hay que devolver en los plazos fijados. Eso, a gente que ha perdido absolutamente todo. Oscar Puente sí se puso al frente de la operación de acelerar al máximo la reconstrucción de infraestructuras, el ministro ha respondido al reto que se le presentaba.
Diana Morant, valenciana, ha pedido al PP que eche a Mazón y se convoquen elecciones autonómicas. Es ministra pero sabe poco de leyes. A un presidente lo echan los votantes, no un telefonazo de la sede central de su partido. Mazón sale muy tocado de este asunto, pero el gobierno central también. Y su presidente más que nadie con el patético episodio de Paiporta. La tragedia ha segado vidas y devastado pueblos enteros. Pero en el plano político, pocos dirigentes merecen sobrevivir en sus importantes cargos.
También te puede interesar
Lo último