No se avanzó en igualdad

19 de enero 2025 - 03:13

Esta no es una columna contra Pedro Sánchez, Yolanda Díaz o el Gobierno de coalición. Reconozco sus éxitos en la política económica y social. En el crecimiento de la economía, el aumento del empleo y las medidas sociales. No hace falta que lo sentencie The Economist.

Lo que digo es que esas políticas han resultado insuficientes en una materia de la que presume la izquierda, sea socialdemócrata o postcomunista, y no siempre por causas atribuibles a ambas facciones políticas. Me refiero a la igualdad. En estos seis años la sociedad española no ha avanzado en algunos de los parámetros que miden la igualdad entre los ciudadanos.

Ahí van unos cuantos datos. Una mayoría de trabajadores, y desde luego los pensionistas, ganaron poder adquisitivo en 2024, pero un 27% lo perdieron (6,3 millones de personas). Es decir, se empobrecieron con respecto a la media. Los indicadores más precisos y completos sobre la pobreza de las familias (la tasa AROPE) reflejan que el 26,5% de la población es pobre y está en riesgo de exclusión social. La brecha profesional y territorial en los ingresos se ha hecho más profunda. Trabajadores de banca o seguros de la Comunidad de Madrid percibieron retribuciones nueve veces más altas que los campesinos, ganaderos y pescadores andaluces.

Pero el factor más generador de desigualdad en España viene siendo desde hace años el problema de la vivienda. Los precios se han disparado tanto que comprar un piso es una utopía para la inmensa mayoría de la población y vivir de alquiler casi un imposible, sobre todo para los jóvenes que quieran emanciparse. Quienes lo intentan a pesar de todo son conscientes de que se empobrecen automáticamente: con empleos muchas veces precarios y/o mal pagados tienen que hacer frente a alquileres que no paran de subir. Buena parte de su sueldo han de destinarlo al casero. O sea, se convierten en más pobres con respecto a los que han prosperado más e incluso a los pensionistas que pudieron comprar viviendas en su día y ahora tienen garantizado por ley su poder de compra. Ésta sí que es una brecha generacional. Afecta a millones de españoles.

Insisto en que esto no se le puede achacar al Gobierno, salvo por lo que ha tardado en darse cuenta de su gravedad, pero sí viene a matizar el triunfalismo de la izquierda gobernante en política social y económica. En igualdad no avanzamos.

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