¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
El ensayo general de la Magna
Por primera vez en el Congreso de España, que presidirá Meritxell Batet, las mujeres han superado la barrera simbólica del 40%. Hay 164 mujeres diputadas frente a 186 hombres (el 46,8% de los escaños) y tanto el PSOE como el PP sientan en el hemiciclo a más mujeres que hombres. Estos datos señalan que son los dos partidos mayoritarios curtidos en los años del bipartidismo los que han resultado ser más consecuentes con el objetivo de la democracia paritaria a la hora de repartir asientos y, por tanto, poder, en la nueva legislatura.
Visibilizar a la mujer artista es también un compromiso que asumirá el Museo del Prado, flamante premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, en la recta final de su Bicentenario. Para calibrar el largo camino que queda por recorrer bastará recordar que la primera exposición que la pinacoteca española dedicó a una mujer se inauguró en 2016 y fue la flamenca Clara Peeters la que se llevó el honor con una muestra exquisita pero pequeña de 15 de sus naturalezas muertas. El Prado cuenta con obras de 30 mujeres artistas pero la mayoría reposa a oscuras en los almacenes y peines. En este momento sólo tres pintoras forman parte de su colección permanente: la citada Clara Peeters, Artemisia Gentileschi (Roma, 1593-Nápoles, 1653) y Sofonisba Anguissola (Cremona, 1535-Palermo, 1625). Será ésta última la protagonista de la exposición que a partir de octubre mostrará su obra en diálogo con la de su coetánea Lavinia Fontana y los 60 trabajos que de ambas reunirá el Prado permitirán que el catálogo femenino deje de estar llamativamente infrarrepresentado. Fontana, hija de un pintor que le legó su taller, mantuvo económicamente a su marido y once hijos con el ejercicio de su arte; Anguissola, por contra, fue una dama de la corte de Felipe II que pintó para revalorizar socialmente a su familia pero no solía firmar sus obras. Las dos italianas fueron precursoras de su compatriota Artemisia Gentileschi, la excepcional artista que evolucionó del naturalismo caravaggista a las sutilezas cromáticas neovenecianas y cuyos lienzos se cuentan entre los más deseados del mercado del arte. Artemisia se revalorizará aún más cuando en 2020 se inaugure la antológica que prepara la National Gallery de Londres, que el año pasado compró uno de sus retratos por 3,6 millones de libras. En España sólo se conservan tres obras suyas: El nacimiento de San Juan Bautista (Museo del Prado), Virgen con el Niño y un rosario (El Escorial) y la tercera está en la Catedral de Sevilla, Magdalena Penitente como Melancolía. Gracias a la ejemplar colección atesorada a lo largo de los siglos el templo mayor de esta ciudad está llamado a ser, como el Prado, un destino clave para el conocimiento de la pintora barroca más apreciada en nuestros días.
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