Al mosquito, a bayoneta calada

Asustados viven en La Puebla tras los dos fallecimientos ocurridos por el puñetero mosquito que era del Nilo, pero que ya es de pleno derecho del Guadalquivir. El ciudadano cigarrero huyendo del calor bajo el inmisericorde astro rey y protegiéndose del mosquito desde que se hace el lubricán. Asustados e indignados por no combatir con las armas adecuadas dicha plaga de dípteros, el enfado viene mayormente por haber suprimido las medidas de antaño en aras a una protección de la fauna. Cuando entonces se fumigaba sin pararse en barras y es eso lo que ahora se exige por una ciudadanía que no sabe a qué carta quedarse. O sí lo sabe, pues lo lógico y por mucho que cacareen los ecologistas es ir contra el mosquito con el mejor armamento posible para que el hombre viva sin tener que huir de plagas así.