La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Los calentitos son economía productiva en Sevilla
Sevilla/Una ministra que no tiene ni pajolera idea de Sevilla ni de la Historia de América llega un buen día y se cepilla nada menos que la Escuela de Estudios Hispanoamericanos de esta ciudad. Sólo a un paleto (o una paleta) se le ocurre suprimir el departamento de Historia del Arte de la Universidad de Florencia. Sevilla es la Meca del americanismo como la ciudad italiana lo es del Arte. Aquí somos así: nos las tragamos con gusto. Tenemos una gran vocación por pegarnos el tiro en el pie, pues ya llegará alguien que nos limpie la herida, nos sople la llaga y nos ajuste la venda. No pasa nada, porque nunca pasa nada. Un día un secuaz de la ministra firma una resolución y aquí paz y después... Jesús Despojado, que eso dice la carrera oficial, que es la única carrera que nos importa, porque el pueblo acomplejado ignora la verdadera gloria que nos trajo la de Indias.
La ministra Morant parecía un ser inocente sacado del anuncio de detergentes Ariel en su toma de posesión. Aviso a los puritanos: Jesús Aguirre, presidente del Parlamento de Andalucía, nunca se ha quejado de que lo pongamos como el señor de los paquetes de kikos Churruca. Puede usted esperar sentado a que el señor rector de alguna universidad y el decano de Geografía e Historia de cualquier otra (cargos académicos que de entrada no tienen nada que ver con la creación de escuela y el fomento de la investigación, sino más bien con la micropolítica de la vanidad y el politiqueo) eleven la voz en defensa de una disciplina consagrada a cinco siglos de la mejor historia de la ciudad. Y decimos ciudad por no decir el mundo entero, que podríamos afirmarlo sin ningún tipo de exageración. La Sevilla actual no se entiende sin su vinculación con América como Europa no se concibe sin sus raíces cristianas. Otra cosa que es una manada de ignorantes, osados y cortoplacistas no quieran reconocerlo o directamente lo ignoren.
Al consejo de investigaciones científicas deberían quitarle el “superior”, porque no se puede caer más bajo. Mucho promover que Sevilla acoja la Agencia Espacial Española para venderlo en un mítin o en un tuit, pero nos dejamos robar la Escuela de Estudios Hispanoamericanos. Si al final tendrá razón aquel al que hablaban de las andanzas del “Consejo” una y otra vez en una charla de café y preguntó si tantas cosas ocurrían en el CSIC. “No, el Consejo en Sevilla nada más que es uno... el Consejo de Cofradías”. Pues al final nos la han pegado a la chita callando. Se nos emplea. Esperemos que el alcalde Muñoz diga esta boca es mía. Estamos esperando... en una parada de Tussam.
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