Mentiras históricas del cante

28 de febrero 2025 - 03:09

Habría que escribir un gran libro sobre las mentiras históricas del cante. A ver qué editorial se atreve. Una de ellas la dijo el gran cantaor Antonio Mairena sobre la entrega de la primera Llave del Cante al cantaor portuense Tomás Ortega López El Nitri, el célebre sobrino carnal de Antonio el Fillo. Mairena afirmó en una conferencia en Carmona que la ceremonia de entrega tuvo lugar en esa monumental ciudad andaluza “comenzando el siglo”, es decir, a principios del siglo XX. Esto es imposible, pues El Nitri falleció en Jerez de la Frontera en 1877, casi cuarenta años antes. Tampoco pudieron estar en la reunión los cantaores Manuel Molina, Juanelo, Juan Junquera o El Loco Mateo, ya que también habían muerto para entonces. Pero la prueba irrefutable de que la entrega no pudo haber sido en el siglo XX es que la fotografía de Tomás con la famosa y polémica llave fue tomada entre 1874 y 1875, es decir, unos treinta años antes de la fecha que indicó el maestro mairenero.

El Nitri murió de tisis pulmonar, por lo que debió de pasar muchos meses sin cantar antes de su fallecimiento. Sin embargo, en la fotografía aparece con muy buen aspecto, como un hombre de poco más de treinta años, además de sostener un buen puro en su mano derecha, sin que haya indicios de que estuviera enfermo. En la fecha de la fotografía, el cantaor portuense residía en Jerez y frecuentaba mucho Málaga, donde vivía su primo El Fillo hijo con su compañera La Andonda, además de hijos y nietos de El Planeta. La entrega de la Llave tuvo lugar en una de estas dos ciudades. Además, cuando le concedieron el galardón, Silverio todavía estaba vivo, lo que originó el comentario que recogió Fernando el de Triana en su famoso libro: Si al sobrino de El Fillo le habían dado la Llave, a Silverio tendrían que haberle dado el llavero. Silverio falleció en 1889.

Mairena basó su afirmación en el testimonio de una anciana de Carmona, Matilde Franco, hija del Tío Maero, el célebre empresario gitano de esa ciudad. Así se ha escrito la historia de este arte. Y no lo digo solo por Mairena, sino en general. Cuando le otorgaron la segunda Llave del Cante a Mairena en Córdoba, en 1962, los organizadores afirmaron que era para conmemorar los cien años de la concesión de la primera. ¿Cómo pudo decir entonces el maestro que la primera entrega fue a comienzos del siglo XX?

A Tomás le concedieron el galardón en una fiesta privada hace siglo y medio, organizada por sus amigos y admiradores, entre ellos el conde de San Lorenzo y el general Sánchez Mira, sus grandes benefactores.

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