La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Los calentitos son economía productiva en Sevilla
En uno de sus artículos de El Liberal, el gran Agustín López Marcías Galerín narra el paso del Gran Poder por la calle Sierpes. “Esta procesión –escribe cuando ve la devota multitud que sigue al Señor– representa el dolor mitigado, la pena consolada, la promesa del ausente, la salud concedida, la súplica porque vuelva al redil el descarriado, el suspiro constante por el que se fue, cariños, desdenes, alegrías perdidas, reveses, contratiempos… ¡La vida!...”.
Estas dos palabras que le sirven para resumirlo todo resumen también la gigantesca obra fotográfica de Jesús Martín Cartaya. Fotografió la vida cotidiana, y por ello la más verdadera, de Sevilla en la segunda mitad del siglo XX. La más verdadera, sí, pero también, la que corre más riesgo de perderse por su carácter cotidiano conforme las memorias de quienes la vivieron se van debilitando hasta que la Canina deja su actitud meditabunda, alza la guadaña que descansa a sus pies y hace su trabajo. Gracias a Martín Cartaya ese día a día de los sevillanos y de Sevilla se ha salvado. “¿Dónde está, tiempo, tu aguijón?” podría decirse de su obra parafraseando a San Pablo.
La visión antirretórica de Martín Cartaya salva lo más importante –“¡la vida!”– al orientar su cámara hacia las personas conocidas y desconocidas en su estar cotidiano; hacia las calles en las que parece que no pasa nada cuando en realidad está pasando lo único que importa, la vida nada menos, tal como es en su cotidiano hacerse y deshacerse; hacia aquello en lo que solo él repara armado de su cámara, memoria sin olvido, huella de vida que el tiempo y la muerte no borrarán. Hasta cuando fotografía la Semana Santa le interesan más los seres –capillitas, cofrades, público, vida íntima de las hermandades– que le dan vida.
Afortunadamente donó una parte de su fondo fotográfico a la Universidad de Sevilla garantizando así su conservación, organización digitalización y difusión, labores en las que Álvaro Pastor Torres es una figura fundamental. En 2018 fue comisario de la exposición La Sevilla de Jesús Martín Cartaya. Ahora ha comisariado junto a Pepe Morán Antequera, en la sala del CICUS (Madre de Dios, 1: hasta el 20 de diciembre), Sevilla: miradas, dedicada a la obra de este extraordinario fotógrafo de la vida de Sevilla y de los sevillanos. No se la pierdan si quieren ver como vivió, como fue y como fue dejando de ser, derribo a derribo, Sevilla.
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