Una mañanita cualquiera junto al río

La ventana

26 de junio 2024 - 03:08 Actualizado: 26 de junio 2024 - 02:00

Llamaban a misa las campanas de San Clemente, un coche iba por Torneo y una vieja acudía con prisas a la llamada del cenobio. Mañanita festiva plácida y sin bulla para, como del rayo, sólo con bajar al río toparse con un chorreón de vida inopinado. Gente que se levanta pronto se funde con gente que se acuesta tarde para crear un universo tan rico en colores como la paleta de un pintor. Entre esa gente que se acuesta tarde y que deja aquello como un campo de Agramante, una pareja sigue intercambiando fluidos ajena a todo. Entre los que madrugan, unos se agarran al paseo como clavo deportivo, otros pescan barbos incomestibles y algunos se enfundan en mallas, se encasquetan el casco y toman aquello como si fuese un velódromo. Hay de todo, pero estos Indurain de guardarropía son hasta peligrosos.

stats