La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El alcalde de Sevilla no tiene una varita mágica
La ventana
DOMINGO de Pasión y con permiso de la autoridad, que ya lo tiene, y si el tiempo no lo impide, que no parece que vaya a impedirlo, esta tarde abandona Sevilla el galeón Andalucía, ese objeto de curiosidad en estos días para una multitud que hizo largas colas para verlo. Este navío, que nos mete de cabeza en el túnel más oscuro del tiempo, ha tenido un poder de convocatoria extraordinario primero en Huelva y desde hace casi un mes en el muelle sevillano de las Delicias. Pero hoy toca a su fin la estancia sevillana y el magnífico galeón superará la esclusa y enfilará el mar abierto para una primera singladura en Málaga antes de la gran aventura. Aventura indudable la que supone surcar el Mediterráneo, adentrarse por el Canal de Suez y embocar las procelosas aguas del Índico a la espera de que la piratería contemporánea no se crea que en sus bodegas va el oro y las especias de las Indias.
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