La aldaba
Carlos Navarro Antolín
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La ciudad y los días
ESTA izquierda española, antisemita bajo la máscara del antisionismo y de la oposición al llamado imperialismo yanqui-israelí, que ha decidido que Israel es la terrorista y los judíos -todos, por lo visto- son unos asesinos; a la vez que jalea el terrorismo de Hamas y llama a la intifada. Esta izquierda española que ha decidido que la oposición al castrismo es una mafia; a la vez que dictamina que el régimen de Cuba no es una dictadura. Esta izquierda española que se dice democrática pero es tan crítica con las democracias; y tan condescendiente con los totalitarismos de su mismo signo.
Esta otra izquierda española, supuestamente moderada y socialdemócrata, la representada por el PSOE, que sonríe con condescendencia ante estas "travesuras"; y, en su presente y funesta etapa zapaterista, hasta las alienta irresponsablemente desde las instituciones. Esta otra izquierda española, supuestamente moderada, que desde el Gobierno ha puesto en marcha esa operación memorialista, propagandística y antihistórica que carece del rigor que la Historia exige y pretende hacer desde el "otro lado" la misma simplificación maniquea que el franquismo ya hizo en su día. Esta otra izquierda española, supuestamente moderada, que exagera los gestos radicales para encubrir su renuncia a sus principios, su ineficiencia en la gestión y su entrega al neoliberalismo consumista y antihumanista.
Estas izquierdas, ya sea la radical o la supuestamente moderada, la de ERC e IU o la del PSOE, parecen no saber qué hacer para sobrevivir tras el fracaso histórico del llamado socialismo real y el naufragio del socialismo democrático por corrupciones internas, estrategias acomodaticias, incapacidad para dar nuevas respuestas a los nuevos desafíos de la globalización y apostasía de sus principios políticos, sociales, culturales y educativos. Tal vez por eso siguen alentando los despojos de las viejas y fracasadas dictaduras comunistas, caso de IU y otros partidos de izquierda más o menos radical; o poniéndole una vela a lo peor del consumismo y otra a algunos viejos tópicos progresistas, caso del PSOE.
Sólo así se explican las olas de manifestaciones antisemitas y pro castristas que estas últimas semanas se han producido en España. Vitoreando a Hamas, llamando "asesinos" a los judíos o apoyando dictaduras con carteles tan vergonzosos -sabiéndose lo que se sabe del régimen castrista- como "Con Cuba y su revolución. Por el socialismo", "Cuba es revolución", "Victoria o muerte", "Cuba ejemplo de dignidad" o "Tu sí que eres canalla, fascista" escrito bajo una fotografía de Esperanza Aguirre.
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