Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Hace más de un año, la asociación Ándalus, convencida de que el tren es uno de los medios más eficientes en términos de consumo de energía y espacio, comprobó con preocupación que comenzaban las obras de la línea 3 del metro de Sevilla en la zona norte de la ciudad (zona conocida como El Higuerón), sin conexión programada con las cuatro líneas de cercanías (C1, C2, C3 y C5) que pasan a escasos metros de la zona de obras.
Decidimos entonces tomar cartas en el asunto y propusimos construir un intercambiador de transportes, de carácter metropolitano, en la zona de El Higuerón, que conectase la línea 3 del metro con las mencionadas líneas de cercanías. De materializarse este intercambiador, supondrá un notable avance en la movilidad sostenible de toda el área metropolitana e incluso de la provincia (C1 discurre por la vega y C3 viene de la Sierra Norte), pues va a reforzar la oferta de transporte público, reducir emisiones, mejorar la seguridad y generar cohesión social y vertebración territorial. Un avance real, en definitiva, en la transición energética y sostenibilidad del transporte, tan cacareada por los políticos como vacía – la mayoría de las veces – de aplicación práctica. Podemos contar, además, con cuantiosos fondos europeos para ello.
Nuestra asociación se puso manos a la obra y empezamos a contactar con los responsables de los ayuntamientos (con estaciones o en el área de influencia) especialmente el de Sevilla, así como con la Diputación provincial, Junta de Andalucía y Subdelegación del Gobierno. También con diversas instituciones, agentes sociales y técnicos especialistas en la materia.
Durante este tiempo hemos podido constatar, en primer lugar, cierto asombro por que esta conexión no estuviera contemplada por los poderes públicos y, en segundo lugar, la aceptación unánime de los beneficios de la propuesta por parte de todo tipo de administraciones (con independencia de su signo político), en algunos casos con verdadero entusiasmo e incluso con autocrítica.
La labor que hicimos en decenas de ayuntamientos se vio culminada el pasado 29 de mayo cuando el Pleno de la Diputación de Sevilla aprobó, por unanimidad, una Declaración Institucional en la que instaba a la Junta de Andalucía, Gobierno de España y Comisión Europea a estudiar la propuesta de construcción de un intercambiador en El Higuerón en paralelo a la construcción de la línea 3 de metro, en el marco de las competencias de cada uno. Ello permitirá conectar, recordemos, los Cercanías C1, C2, C3 y C5 con la línea 3 del metro de Sevilla, mejorando la accesibilidad y conectividad territorial del área metropolitana, vega del Guadalquivir, Sierra Morena, Aljarafe y Sevilla capital.
También en mayo se hizo pública la respuesta del Gobierno de España - a través del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible - a la pregunta parlamentaria que previamente había registrado el Grupo Sumar sobre el intercambiador. En ella se manifestaba “su disposición para colaborar con la Junta de Andalucía”, algo que valoramos muy positivamente.
Finalmente, en el pleno ordinario del Ayuntamiento de Sevilla celebrado el pasado mes de junio se aprobó una moción del PSOE en el mismo sentido que la Declaración Institucional aprobada días antes por la Diputación.
La Declaración insta a las administraciones a elaborar un proyecto integral, colaborar en la financiación y realizar la obra con el horizonte temporal de 2030 (año previsto para la inauguración de la línea 3 de metro). La vía más corta y rápida es que la Junta de Andalucía (como promotor de la obra de la línea 3 del metro) comunique al gobierno central su intención de estudiar la viabilidad de la propuesta y entre ambas administraciones la financien y lleven a cabo.
Aprovechando el nuevo curso político que empieza en septiembre queremos seguir insistiendo en la oportunidad que supone esta propuesta de intercambiador, y para ello estamos en contacto con los grupos del parlamento andaluz, Congreso de los Diputados y Comisión Europea. El intercambiador de transportes, por cierto, optimiza recursos ya existentes con una inversión mínima en comparación con el montante total del presupuesto que supone la construcción de la línea 3 del metro, dándole valor añadido y teniendo un efecto multiplicador de los futuros usuarios de ambas infraestructuras. Además, es perfectamente compatible con el resto de reivindicaciones que, en materia de movilidad sostenible, están planteando las distintas administraciones y asociaciones de la provincia de Sevilla.
Hacer más atractivo el uso de la red de cercanías incidirá en el aumento de las frecuencias y las posibles ampliaciones, reclamadas en todas las líneas. Mejorar la accesibilidad de los ciudadanos de la provincia a la zona hospitalaria (la línea 3 del metro conectará los hospitales de la Macarena y Virgen del Rocío) y combatir la despoblación de la Sierra Norte son otros beneficios que traerá el intercambiador. También permitirá trasvasar viajeros del automóvil privado al transporte público, reduciendo el número de coches que llegan a Sevilla capital procedentes del área metropolitana.
Mención especial merece la línea de cercanías C2 (interna de Sevilla capital), que conecta el PCT Cartuja y el estadio de La Cartuja con Santa Justa. Incomprensiblemente, no tiene programada conexión con la red de metro. El intercambiador de El Higuerón le abriría esa oportunidad en un horizonte relativamente cercano. El PCT Cartuja, con sus dos estaciones de cercanías absolutamente infrautilizadas y cerca de 30.000 personas acudiendo a trabajar o estudiar sin alternativas importantes a la utilización del coche privado a pesar de que es una Zona de Bajas Emisiones, así como el estadio de La Cartuja, con una estación a sus puertas, se beneficiarían notablemente de ello. Cabe recordar que el estadio acoge importantes eventos y tiene a la vista ser sede del Mundial de fútbol de 2030, con una considerable inversión (100 millones de euros) para remodelar el estadio y su entorno, sin propuestas reales, por el momento, de movilidad sostenible.
Las instituciones instaladas en la Cartuja con las que hemos mantenido contacto nos han trasladado su apoyo a la propuesta de intercambiador, incluida el JRC (Joint Research Centre) de la Comisión Europea. Esperemos que la Comisión no nos vuelva a llamar la atención por no contemplar esta conexión, como ya nos pasó con la conexión Santa Justa-Aeropuerto.
Urge, por tanto, proyectar la construcción de este intercambiador e integrarlo en la construcción de la línea 3 del metro antes de que sea más tarde. Se trata de avanzar en una red de transporte público, de carácter metropolitano, más eficiente y mejor para todos.
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