Era todo honradez

HABLAR o escribir de Marcelino en este tiempo de dificultades para los trabajadores me resulta emocionante. Nadie como él ha representado en España la esencia de la clase trabajadora en su lucha por mejorar sus condiciones de vida, sus aspiraciones, así como por las libertades democráticas, las reivindicaciones laborales, económicas y sociales.

Fue el que junto con otros dirigentes sindicales, en las difíciles condiciones de la dictadura franquista, supo encontrar el instrumento para que los trabajadores dispusieran de un movimiento de acción y lucha sindical en las empresas para hacer posible mejorar sus condiciones sociales y económicas. Este instrumento dio lugar a la aparición de Comisiones Obreras. Sin ellas no se entendería todo lo que representa Marcelino Camacho; sin Marcelino, serían otra cosa.

CCOO, con el liderazgo de Marcelino, supo conducir a las nuevas generaciones de trabajadores que no habían conocido la Guerra Civil pero que estaban sufriendo sus consecuencias, por el camino de la unidad y las asambleas, superando rivalidades ideológicas, tratando de hacerles ver que era posible mejorar sus condiciones de vida por encima de leyes antiobreras del franquismo.

Pero esta acción sindical de nuevo tipo no iba a ser un camino de rosas. La represión contra CCOO en las personas de sus más destacados dirigentes no se hizo esperar. Muchos fueron despedidos, muchos también encarcelados. Marcelino fue uno de los principales protagonistas de esa época. Marcelino representa como pocos la figura del trabajador de fábrica de la era industrial, ya en trance de desaparición. Era todo coraje y honradez en dar forma a la lucha sindical. Sabía darse a entender con los trabajadores en un lenguaje muy directo. Para mí, constituía de manera inequívoca la ética de la clase trabajadora, una gran amplitud de miras para hacer posible una sociedad más justa e igualitaria en lo económico y en lo social, siempre en un marco de democracia y libertad.

Quiero citar aquí y ahora una reflexión suya que daba idea del alto concepto y respeto que tenía del protagonismo de los trabajadores en la sociedad: "Todo lo bello, todo lo útil y necesario que existe en la sociedad ha salido de las manos de los trabajadores".