Las historias de la Historia

08 de julio 2024 - 03:09

Historia se llama la novela que, a mi juicio, mejor retrata la Roma fascista y está escrita por una mujer, Elsa Morante, pura ficción y pura verdad a un tiempo. Suite francesa de Irene Néminorvski es una de las grandes obras de la literatura del siglo XX y el más hondo y fino acercamiento a la Francia ocupada. Hay un hilo que las une y es la visión desde las víctimas que no han decidido siquiera serlo. Podríamos hablar de otras obras, los diarios de Chiodi, los testimonios de Primo Levi y Semprún o de Nápoles 44, la mirada de un soldado norteamericano y periodista. No todas son ficción, stricto sensu: comparten la verdad de lo subjetivo y no pretenden el escrúpulo de los historiadores empeñados en el dato cierto. Claro que a medida que alejamos el foco más difícil resulta la tarea: Myrian Seco lleva lustros investigando Egipto a pie de excavación y asegura que queda mucho por descubrir aún: ella por ejemplo ha demostrado cómo una mujer en 1500 a.C podía testar en quien quisiera sin tutela de ningún hombre y saltándose a la piola la legítima, eso que algunos creen fruto de un derecho natural inobjetable. Bárbara Boloix y Cristina Moya desmontan los mitos de “moras y cristianas”, Moya lleva un programa, Medievalismos, que es un exitazo, Boloix ve cómo su Sultanas de la Alhambra sigue en el palmarés de los libros más vendidos. Marga Sánchez, paisana de estas dos historiadoras, catedrática en Granada, lleva siete ediciones de Prehistorias de mujeres, uno de sus libros que se ha convertido en un best seller con esas maravillosas alegrías que a veces dan los lectores, como le ocurre a Ángeles Caso cada vez que publica biografías de mujeres, algunas desconocidas por completo. Dice Sánchez que una imagen de mujer pintando en Altamira provocó tan airada reacción que le pareció muy sintomático: hasta ahora no hay certeza de que los geniales y primitivos pintores fueran hombres pero nadie se ha ofendido por que no aparezca su huella dactilar. Mary Ángeles Durán cambió la Historia de la economía al añadir un indicador: ponerle cifra al trabajo no remunerado de los cuidados, el PIB real si sumamos el valor de aquellas que por trabajar en casa carecían de oficio ni, ay, beneficio. Mikel Herrán, autor de Sodomitas, vagas y maleantes, mira la Historia desde los ángulos ocultos, más allá de las categorías que tanto ayudan a la molicie intelectual. La Historia se ensancha cuando la historiografía se enriquece. Desde la honestidad y la curiosidad. Las historias de vida que Inmaculada Cordero y Encarna Lemos –Premio Nacional 2023– recuperan en sus trabajos, bajan de la peana a una ciencia que tantas veces se ha quedado varada en los nombres y las fechas. Se trata de, como dice Julian Casanova, “ser un historiador libre, sin temores a las partes más oscuras del pasado, sin aferrarse a creencias o prejuicios”. Tal cual.

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