Los Goya, Segura y los miserables

14 de febrero 2025 - 03:08

Explotó Santiago Segura. Y con razón. Porque hay quienes son tan miserables que las palabras de la productora María Luisa Gutiérrez al recibir el premio a la mejor película por La infiltrada han indignado y ofendido a quienes comulgan con las ruedas de molino que Sánchez les hace tragar pacto tras pacto, apoyo tras apoyo. ¿Qué dijo esta mujer para que la tacharan de ultraderechista y de fascista? Lo siguiente: “Los cuatro productores queremos compartir este premio con la infiltrada real y con todos los que, como ella, arriesgan su vida al final por el bien común y por defender los principios de la democracia. La democracia se basa en la libertad de expresión. (…) También lo queremos compartir con la familia Ordóñez y con la Fundación Víctimas del Terrorismo, con COVITE, y con todas aquellas víctimas reales que han visto la película y que, a pesar del dolor que han sentido, nos han dado las gracias porque es una historia que hay que recordar. Porque la memoria histórica también está para la historia reciente de este país”. Y Pedro Sánchez estaba allí.

¡Intolerable! ¡Defender la libertad de expresión! ¡Elogiar a quienes lucharon contra ETA arriesgando sus vidas para defender la democracia! ¡Solidarizarse con las víctimas del terrorismo! La memoria histórica gubernamental y progresista es como las de las personas mayores que recuerdan el pasado y olvidan lo reciente. Da para el franquismo, que se extinguió entre 1975 y 1978, pero no para ETA, que asesinó hasta 2009 (el inspector Puelles García y los guardias civiles Sáenz de Tejada García y Salvá Lezaun) y 2010 (el brigadier Nérin). Bildu es uno de los apoyos del actual Gobierno. Recordar los crímenes de ETA, que el terrorismo vasco fue, en mucha mayor medida que los escuálidos residuos del búnker y el golpe de Tejero, el mayor enemigo de la naciente democracia, a la que intentó derribar asesinando 66 personas en 1978, 80 en 1979 y 98 en 1980, y que en Bildu hay ex etarras, es revanchismo y ruptura de la convivencia. Mejor les viene Franco por aquello de “a moro muerto, gran lanzada”, refrán que según el María Moliner satiriza a los que se muestran valientes contra algo o alguien, cuando ya no hay riesgo en ello.

Y no quedó ahí la cosa en esta gala con publicidad de Airbnb en la que hubo mucha denuncia de la especulación con la vivienda. Porque además de miserables hay pedantes. Pero lo dejo para mañana.

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