El futuro de mi Juan (Espadas)

Se queda en el convento andaluz, es una alegría y una pena, las dos caras de la tragedia a la espera de Europa

Juanma apunta a la gran clave: la sumisión en política

El presidente del Gobierno, como en una botellona

Juan Espadas, en una imagen reciente en el Senado.
Juan Espadas, en una imagen reciente en el Senado. / M. G.

24 de noviembre 2023 - 05:00

Mi Juan (Espadas) tendría que haber sido llamado para coger una cartera ministerial. Hubiera hecho el paseíllo hasta las puertas del edificio del Consejo de Ministros mucho mejor que los demás, porque sabe desfilar en las solemnidades como buen alcalde que fue. Encarnaría como nadie la moderación que necesita el actual Gobierno de España, con cinco ministros neocomunistas como no los hay en toda Europa, oiga. Mi Juan se queda en el convento andaluz. Es una alegría y una pena, es una tragedia griega con sus dos caras, es un Jano bifronte. Mi Juan es especialista en sufrir en la escalada de los más empinados puertos de montaña y esperar que el campeón se desfonde, que siempre ocurre, el problema es que no sabemos cuándo le entrará la pájara a Moreno. O cuándo el pájaro querrá una jaula más grande. Mi Juan tendrá que esperar a Europa. Tiempo al tiempo le pido. Y el tiempo, tiempo le da a mi Juan. Las instituciones europeas son un traje a medida para mi Juan. Allí estaría muy a gusto, bien atendido, con posibilidad de desarrollar los discursos que mejor entona, con sus asuntos de medio ambiente, como Doñana, en los que se maneja más cómodo que un lince al cruzar la carretera de Matalascañas por una de esas pasarelas especiales. Mi Juan estaría mejor en Bruselas que con las juventudes socialistas de Almería, que da cosa verlo en el minuto cortito que le dedica Canal Sur Televisión en el informativo del domingo. Es un alcalde más que un fontanero, un militar de cuartel más que de campamento, un analista de la palabra más que un político de bayoneta. Pero, claro, como don Narciso el monclovita ya ha conseguido cuanto anhelaba, la renovación del PSOE andaluz es un asunto completamente menor... ¡Con lo que ha sido el partido en Andalucía! Mi Juan se come el turrón navideño y las torrijas de cuaresma como secretario general. Y se lo jamará todo como persona de orden que es, sin repetir plato ni dejar restos despreciados.

No tuvo sentido endilgarle en su día la empresa del debilitado socialismo andaluz, no tiene sentido mantenerlo en ella. Mi Juan es pájaro de otros nidos, ave de paso en un hábitat que no le corresponde. Mi Juan debe migrar a Europa en cuanto el viento sople favorable. Y que alguien más apropiado asuma el objetivo de recuperar San Telmo para la izquierda socialdemócrata. No ocurra que el PP entre de nuevo en crisis nacional, Moreno se vaya y al PSOE le coja sin los deberes hechos. Atento cada pájaro a su nido. Pío, pío.

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