¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Maneras de vivir la Navidad
Tiene 23 años, es universitaria y lleva un año intentando independizarse (con poco éxito) en Málaga. Se considera feminista, de izquierdas y este domingo ha votado a Alvise Pérez. ¿Una absoluta contradicción? Igual no tanto.
Lo descubrió en Instagram y ha decidido “dejar a un lado las ideologías” para dar su voto a alguien que le genera confianza y se ha fabricado una imagen de adalid de la transparencia “contando lo que el stablishment no cuenta”.
Después de que haya irrumpido en el Parlamento europeo con tres escaños, mi votante atípica es consciente del revuelo mayúsculo que se ha montado por el perfil de ultraderecha de Se Acabó la Fiesta. Pero ni esquiva el debate ni se siente frustrada, utilizada ni engañada. Es el voto del hartazgo y la impotencia. De la “desesperación”. Me asegura que todo su entorno, cientos de jóvenes cabreados y desilusionados, ha votado igual. Podríamos desmontar todas las entradas y vídeos de Alvise Pérez pero hay que reconocerle algo: ha hecho una campaña con el estilo, tono y temas que interesaban a su público. ¿Populismo? Autenticidad. ¿Manipulación? Comunicación cien por cien efectiva; por encima incluso de las expectativas.
Hace seis años que Vox se sentó en el Parlamento andaluz rompiendo los esquemas: se coló desde Telegram en los móviles de las zonas rurales, en sectores que veían al PP demasiado timorato y acomplejado, y ahí siguen. Sin carta de defunción como la que acaba de pasar por encima de Sumar y de Yolanda Díaz.
En 2018 fue Telegram y este domingo ha sido Instagram. ¿Hablar de ideologías es “anticuado”? Vuelvo a mi votante atípica: “Queremos que sean transparentes, que no nos mientan y que no nos roben”. Yo también, aunque mi voto esté en las antípodas de Se Acabó la Fiesta.
No suelo ser pesimista, pero creo que nos equivocamos si nos consolamos pensando que el sistema de voto de las europeas da pie a “fenómenos de un día” estilo Ruiz Mateos. Sí y no. El cambio de paradigma es complejísimo y profundo. Al margen del recorrido de personaje como Alvise, la indignación vuelve a explotar. Incluso cabalgando sobre bulos y desinformación. Les doy un dato: la Fundación Maldita ha analizado la respuesta de las grandes plataformas (Youtube, X, FB, Instagram y TikTok) a publicaciones con fakes desmentidas por fact-checkers de toda Europa y, en más del 50% de los casos (el 75% en Youtube), no han actuado. Pues no: no hacer nada no es una opción.
También te puede interesar