ERE: las consecuencias de un discurso

¡Oh, Fabio!

27 de junio 2024 - 03:10 Actualizado: 27 de junio 2024 - 07:00

Admitamos el discurso que están difundiendo el PSOE y sus antenas sobre el sentido de las sentencias del Constitucional en el asunto de los ERE. Si todo, como dicen algunos sin ningún tipo de tapujos, ha sido una conspiración contra el Partido Socialista de Andalucía en la que han intervenido jueces, fiscales, abogados, políticos y periodistas, podríamos decir sin tapujos que Andalucía es una comunidad bananera. ¿Cómo podríamos calificar si no a una región en la que se juzga y encarcela a importantísimos servidores públicos completamente inocentes, se les somete a la crueldad de la cárcel y se echa su honor a los perros? También, por supuesto, la presidencia de Juanma Moreno sería moralmente –que no formalmente– ilegítima. Es evidente que todo el caso de los ERE y las condenas de los principales acusados, en la que estaban algunos de los nombres más sobresalientes del PSOE andaluz (incluidos dos ex presidentes y ex secretarios generales), supusieron un lastre muy pesado para los socialistas en las dos últimas elecciones autonómicas. Cierto es que en la población andaluza se detectaba un hartazgo tras casi 40 años de gobiernos del PSOE, que Susana Díaz no parecía ser una líder capaz de mantener a su partido en el poder y que había fallos importantes en la gestión de servicios esenciales como la sanidad, pero sin el escándalo de los ERE, sin la convicción de que el Ejecutivo socialista había usado millones y millones de euros para crear redes clientelares, los resultados electorales del 2 de diciembre de 2018 hubiesen sido muy distintos.

Todo este relato de la Andalucía bananera contrasta, sin embargo, con la imagen que proyecta hoy la comunidad fuera de sus fronteras, que no es otra que la de una región tranquila y segura donde merece la pena vivir e invertir el dinero. Puede ser, claro está, que Andalucía se haya convertido en uno de esos territorios en el que la sociedad civil consigue funcionar satisfactoriamente pese a un marco jurídico y político sucio y marrullero, como ha pasado en Italia en no pocas ocasiones. Lo cierto es que los ciudadanos de hoy en día (tampoco los inversores) no tienen la sensación de vivir en una cloaca, como bien demostraron en 2022, dándole la mayoría absoluta a Moreno Bonilla.

Y todo esto lo decimos para que seamos conscientes del alcance y significado de nuestras palabras. También para cubrir mis lomos de pieles y hacer de profeta: todo el discurso conspirativo no es más que el fuego artillero con el que se está preparando la futura ofensiva en Andalucía del PSOE para 2026. Doña María Jesús Montero, vaya usted calentando, que le toca jugar.

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